Todo se lo toma con mucho humor. Acaso, para quitarle dramatismo a las cosas que de verdad lo afectan.
Humberto Tortonese (50), el súper ácido compañero de andanzas de Elizabeth Vernaci en la radio, ahora en FM con voz, habló de su costado más desconocido en ¡ExtraShow! de Clarín.
Más allá de lo que dice a través de sus personajes, muy poco se sabía de la familia de Tortonese. Hasta ahora... "Mamá murió cuando yo estaba en tercero. Era complicado porque no sabíamos muy bien lo que pasaba. Al ser chico lo borrás todo un poco y los problemitas los tenés de grande. A veces cuando te dicen '¿esto no será que viene por lo que pasaste por tu madre?'. ¡Ya pasó tanto tiempo! Una muerte es algo tremendo para un niño, pero para una adolescente, como era mi hermana, peor. Me acostumbré a vivir sin madre. Fue raro. Lo único que me acuerdo es que un tío, Cacho, nos pasó a buscar, yo no entendía qué había pasado, estaba serio, él que siempre hacía chistes... Me llevaron a ver a mi madre al cajón y ni entendía todavía qué era la muerte", explicó.
Más en profundidad, Humberto bromeó con su propia muerte y se refirió a la despedida de su padre: "Estoy esperando mi muerte (se ríe). No, en serio, a los 20 me costaba ir a los velorios. Después, es parte de la vida. Hay que llorar. Después ya está. Te queda lo que pudiste hacer por el otro. Mi padre tuvo grandes problemas al final y yo no lo dejé en un geriátrico. Es un camino en el que todos nos vamos cayendo".
Sin embargo, el gran cambio, tal admite Humberto Tortonese, se produjo con el fallecimiento de su amigo y colega Alejandro Urdapilleta: "Más allá de que me haya afectado, la muerte de Urdapilleta me hizo ver cosas anteriores de la vida que tuve, una vida muy creativa junto a él y a Salvador "Batato" Barea. El underground no lo hacíamos con un rótulo. Y su muerte me hizo pensar '¿qué estoy haciendo? ¿estoy sentado en el lugar en el que tengo que estar?' (N del R: en ese momento estaba como panelista de El Diario de Mariana, en El Trece) Es uno el que tiene que ubicarse. Tuve una vida bastante alegre para afuera, de divertirme; y ahí empecé a pasarla mal, a tener lo que no sabía que eran ataques de pánico. Después, llegó un punto en el que todo ese año de reflexión, de cumplir los 50, de estar con una nueva pareja... fue como cuando se funde el motor. Fundí motor y estoy como nuevo", cerró Humberto Tortonese.