El porte de Francisco Taberna (36) lo pintó auténtico y humilde desde el momento en que entró en la cocina de MasterChef con el claro objetivo de cumplir su sueño. El carpintero y herrero de Remedios de Escalada se planteó conquistar a Donato De Santis, pero además tuvo la yapa de seducir con sus sabores a Christophe Krywonis y Germán Martitegui.
"Me anoté en MasterChef porque me gusta cocinar y me dicen que tengo cualidades. Vine a ver si es verdad. Aprendí de chiquito, mirando. En casa siempre se cocinó mucho, con mucho amor. Con este plato creo que voy a conquistar a Donato", afirmó confiado el concursante.
Delante del trío, Francisco explicó su receta: "Es pasta e fagioli. Este plato lo hacían mi mamá y mi abuela, siempre nos cocinaban estas comidas con contundencia para que creciéramos así de 'flaquitos' (risas). Era el plato preferido de todos los primos". La curiosidad es que el pan horneado en la madrugada por el participante era a la vez el cuenco donde estaban los otros ingredientes.
Tras la contundente aprobación de Christophe y Martitegui, el final de lujo le quedó a Donato, quien se conmovió hasta las lágrimas. "Hay cosas que emocionan… Va más allá del plato y de la historia. Cuando uno cuenta su experiencia… Te felicito", concluyó De Santis mientras se secaba con una servilleta.
Luego pasó la segunda etapa, con unas riquísimas milanesas que recibieron grandes elogios del jurado: "No pares", le dijo Cristophe.
Panza llena, corazón contento.