Se acerca el debut de Sexo con extraños y Guillermina Valdés está lista para salir a escena en la piel de Olivia. Pero su gran desafío actoral se ve afectado por su convulsionado presente personal: se separó de Marcelo Tinelli.
"Estoy sola, trabajando y muy bien con mis hijos. Con Marcelo está todo bien, cómo no voy a hablar con él si es el papá de mi hijo. Es un gran padre".
Dispuesta a hablar solamente de la obra que la tiene como protagonista, la actriz charló con Intrusos. Pero no pudo eludir las preguntas vinculadas a su vida. Tras la ruptura con el conductor, emergieron diversos rumores, y ambos desterraron versiones de "terceros en discordia".
Esquiva y con poca intención de profundizar, Guillermina dijo: "No me duele lo que se dice. Me generaría algo si tuviese una pizquita de verdad. A veces es feo porque uno tiene hijos y emocionalmente los niños no tienen la estructura que tiene uno. Pero ¿qué voy a hacer?, voy a salir a pelearme con todos por Twitter... Yo tengo mi trabajo, tengo tres hijos y un bebé, y tengo una vida. Sería agotador y no podría estar haciendo una obra de teatro, ni siendo buena madre, ni siendo mujer, ni viviendo", señaló, desviando nuevamente la charla a temas profesionales.
Algunos nombres que sonaron tras la separación fueron los de Andrea Bursten -amiga de Marcelo- y Sol Calabró -ex del conductor-, pero en ese punto de la conversación Guille prefirió no ahondar: "No vamos a hablar de eso (…) Nunca sentí celos de Andrea. Cuando lo vi dije: '¡Que yo me haya separado por esto es el colmo!'".
"Hay como una cosa de prudencia, de moderación o de frialdad en el discurso de Guillermina. No se la ve quebrada ni dolida", dijo Marina.
Enfocada en su presente laboral y en su familia, Valdés revalidó su soltería sin negar la cordialidad que mantiene con Tinelli: "Estoy sola, estoy trabajando y estoy muy bien con mis hijos. Con Marcelo está todo bien, cómo no voy a hablar con él si es el papá de mi hijo. Es un gran padre y cómo no voy a hablar".
El aporte picante lo dio Marina Calabró, quien al regresar de la nota se permitió analizar el descargo de Guillermina y lo calificó como "poco emotivo": "Hay como una cosa de prudencia, de moderación o de frialdad en el discurso de ella. Uno no puede juzgar por lo que ve en una nota, pero tampoco se la ve quebrada ni dolida. Quizás cuando te cae la lágrima es porque hay un sentimiento más profundo...", sentenció la panelista.
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