"En agosto ya se implementa el nuevo Código Civil y se hace más rápido el tema de la adopción. Hasta está la adopción vinculante (de integración). Por ejemplo, en mi caso, Mariana podría adoptar a mis hijas. No es que lo estoy evaluando con Mariana, lo estoy contando", dijo Rial. Pero ante la pregunta de Marina Calabró sobre si sería una posibilidad a futuro, respondió: "Por qué no, si ellas se aman y tienen ganas...".
Desde que Mariana Antoniale (27) comenzó su romance con Jorge Rial (53), a principios de 2012, la relación de Loly con las hijas del conductor, Morena (16) y Rocío (15), fue creciendo a medida que su padre se enamoraba de la joven vedette cordobesa. Al mismo tiempo, las chicas fueron perdiendo el vínculo con su madre, Silvia D'Auro (49), quien decidió no tener contacto con ellas desde que el periodista se quedó con la tenencia de las menores, en medio de una compleja situación familiar. "Las chicas le dijeron a la jueza: 'A Silvia no la queremos ver'. No las puedo obligar, sólo trato de ocuparme de que estén bien", contó la empresaria hace 7 meses.
Con este escenario, el jueves 19 el conductor sorprendió con una declaración en Intrusos mientras Dallys Ferreira, invitada al programa, expresaba su deseo de ser madre. "En agosto ya se implementa el nuevo Código Civil y se hace más rápido el tema de la adopción. Hasta está la adopción vinculante (N de la R: se llamará "adopción de integración"). Por ejemplo, en mi caso, Mariana podría adoptar a mis hijas. No es que lo estoy evaluando con Mariana, lo estoy contando", dijo Rial. Pero ante la pregunta de Marina Calabró sobre si sería una posibilidad a futuro, respondió: "Por qué no, si ellas se aman y tienen ganas...".
Un día después, el diario Muy contó que desde el entorno del periodista se hablaba de la posibilidad de que, con el nuevo Código Civil, Rial y Loly lleven a cabo ese deseo. Y ahora el matutino se comunicó con D'Auro para conocer su postura ante un eventual trámite de adopción de sus hijas por parte de Antoniale. "¿Y a mí qué me importa?", fue la respuesta de Silvia, antes de cortar la comunicación.
Un primer paso en esa dirección sería que, ya consumado su divorcio, Rial y Loly formalicen su amor ante la ley, o cuanto menos obtener el certificado de convivencia. Pero para que la adopción se haga efectiva, debe haber consentimiento de la madre, quien para oponerse debería presentar pruebas en tal sentido que le den la derecha ante un juez.
Consultada por el diario Muy sobre esta posibilidad, Silvia D'Auro respondió: "¿Y a mí qué me importa?". Y cortó la comunicación.
Por lo pronto, Jorge Rial y Mariana Antoniale disfrutan de sus románticas vacaciones por Europa como novios a la espera de pasar por el registro civil, o que entre en vigencia el nuevo código civil que contempla la Adopción de Integración, una figura más flexible.
CÓMO SERÁ LA NUEVA ADOPCIÓN DE INTEGRACIÓN
Por Andrés Beccar Varela*
La figura de adopción del hijo de un cónyuge ya existe, pero a partir de agosto, cuando entre en vigencia el nuevo Código Civil, se llamará adopción de integración, que comprenderá también la adopción del hijo del conviviente. Para lograrla, en caso de no estar casados, la pareja tendría que realizar una unión convivencial, algo que el viejo código vigente no contempla y la Justicia autorizó sólo en fallos puntuales.
En el nuevo código, en caso de no estar en matrimonio, la unión convivencial requiere de dos años de convivencia. No importa la diferencia de edad con los hijos como sí ocurre con el resto de las clases de adopciones, ya que se daría una adopción por integración.
En efectos prácticos, este instituto implica que los nenes van a tener un padre más, como para que, por ejemplo, cumpla con los deberes de alimentación y sustento económico, hasta poder firmarle el boletín del colegio. El espíritu de la legislación es sumar amor, integrar, no restar.
En los casos en que los chicos sean mayores de 10 años, ellos tienen que dar el consentimiento explícito ante el juez, a la vez que el padre o madre de origen también tienen que expresar su parecer al respecto y hasta podrían oponerse, ya que su vínculo permanece, no se corta. Aunque el juez siempre tiene la última palabra, ya que podría determinar que sea una adopción simple, o una plena, que tiene mayores potestades.
En caso de fallecer el padre o madre de origen, quien tenga la custodia será el padre o madre integrante, mientras que el padre o madre de origen superviviente mantendría su régimen de visitas.
Un trámite en el que todas las partes estén de acuerdo, desde que se inicia el papeleo hasta que se concreta, debería tardar unos cinco meses como máximo, incluyendo el informe socioambiental del hogar donde vivirían los menores. Sin embargo, el mismo trámite podría demorarse en el supuesto de que alguno de los padres de origen plantee que se afectan sus derechos y apele los fallos.
*Reconocido abogado de familia -