El embate a la salud que atravesó Gerardo Sofovich (77), en diciembre pasado, conmovió a todos. Dos semanas internado al borde de la muerte, había logrado -a fuerza de tenacidad y una increíble fuerza de voluntad- ganar la pulseada e, incluso, darse el lujo de estar de vuelta como jurado de Los 8 escalones.
“Empecé como actor y, de caradura, como productor de un par de programas cómicos. Me inicié trabajando de 'negro' de Juan Verdaguer, negro entre comillas porque así se denomina al autor que no figura”, le contaba Gerardo a revista Viva palpitando el regreso.
Pero lo más fuerte de aquella entrevista y que, seguramente, a la luz de la cruda noticia de este domingo adquiere una intensa resignificación, es cómo el conductor hablaba de aquel trance y su primer "roce" con la muerte. “Yo la tengo superada. El mismo cuerpo, la vejez y todo te van acostumbrando. A veces la ves como un alivio”, decía con una sabiduría que sólo el tiempo (y las vivencias) puede volcarnos.
También, dedicó un párrafo especial a los sinsabores que sentía frente a lo que él denominaba "traiciones": “Recibí montones de traiciones… la última la recibí ayer. Mi secretaria de hace 24 años mandó un telegrama absurdo, disparatado", relataba sin perder su característico enojo.
“La edad cronológica la sufro, pero me siento de 40”, finalizaba la nota. Acaso, ese sentir que lograba transmitir, que hacía que lo viéramos siempre tan vital, hace que el anuncio de su muerte caiga hoy como un duro baldazo al mundo del espectáculo.