Este sábado 14, a las 23.30 hs, Telefe pone en pantalla Fronteras, una miniserie de 13 capítulos rodada en escenarios naturales de Buenos Aires y Misiones. El producto, dirigido por Sabrina Farji, centra sus historias en situaciones reales, apuntando al campo social.
Su nuevo proyecto: "Fronteras es una miniserie que habla de los médicos de fronteras y de todas las vicisitudes que viven en un hospital pequeño".
Dentro del elenco protagónico está Fabián Mazzei (49), quien integra el costado policial de la ficción poniéndose en la piel de un fiscal.
Isabel Macedo, Raúl Taibo, Julieta Ortega, Matías Desiderio y Vanesa Butera personificarán al "plantel médico", quienes plasmarán con sus actuaciones un accionar profesional y humano, en un precario hospital con falta de insumos.
"En Fronteras está bueno mostrar la realidad, donde se ven carencias, pero también gente que le gusta ayudar (…) En la Argentina pasaron muchas cosas, pero esto es actual. Estamos más acostumbrados a mostrar el pasado, que está bien, pero es hora de mostrar el presente y empezar a hacer", le adelanta Mazzei a Ciudad.com haciendo foco en el mensaje social que transmitirá el unitario.
Con una televisión comandada por Las mil y una noches, el esposo de Araceli González (47) analizó el suceso turco y lo comparó con los productos argentinos. También, escapando a lo estrictamente laboral, habló de su gran proyecto personal: la paternidad.
-¿De qué se trata Fronteras y cómo es tu participación?
Sobre el boom de Las mil y una noches: "Las ficciones que se hacen acá, se hace bien, pero a nivel producción es imposible competir. Yo veo la novela turca, pero si en Argentina la cámara se detiene más de treinta minutos en un plano, se hace lentísimo".
-Es una miniserie que habla de los médicos de fronteras y de todas las vicisitudes que viven en un hospital pequeño, que se sitúa cerca de Misiones. Al lugar le falta la mayoría de los insumos y, estos médicos, tratan de ayudar a la gente teniendo en cuenta todas estas problemáticas. También, toca temas como las creencias de los pueblos. Por ejemplo, el séptimo hijo varón que se transforma en lobo... Todas esas cosas que para nosotros pueden ser fantasiosas, ellos lo viven muy de cerca; o el hecho de que en algunos lugares haya chicas que las visten de hombres porque tienen miedo de que sean abusadas. Mi personaje abarca la parte policial. Soy un fiscal que después se transforma en un juez y empieza a averiguar sobre un asesinato, relacionado con la trata de blancas. Después está la parte sentimental, empieza a tener una relación amorosa con el personaje de Julieta Ortega.
-El programa aborda cuestiones sociales y hechos reales, ¿eso hizo que te involucres de un modo más profundo con el proyecto?
-Sí, el hecho de tener que hacer a un fiscal y a un juez hizo que investigue más sus roles. Además, nunca abordé un personaje así y fue maravilloso. Es una persona con ideales, pero con conflictos internos, que también tiene que resolver.
-Fronteras no va a competir con Las mil y una noche, pero como actor ¿cómo vez el suceso en el que se convirtió la novela turca en nuestro país?
-Creo que es un reflejo de lo que pasa en la Argentina con la ficción. Lo que se hace acá, se hace bien, pero a nivel producción es imposible competir con este tipo de productos, como con los brasileños. Yo veo la novela turca y creo que si en Argentina la cámara se detiene más de treinta minutos en un plano y luego pasa a otro plano de veinte minutos, se hace lentísimo. Pero Las mil y una noches está bien hecha, la trama engancha y la gente la mira. Acá, sin dudas, falta ese tipo producciones, que antes se hacían. Ejemplos de eso son La extraña dama y Padre coraje, y estaría bueno que se vuelvan a hacer. Es más, éramos nosotros los que vendíamos al exterior...
-¿Y entonces qué sucedió para que dejen de hacerse?
-Es que, hoy por hoy, hacer grandes producciones en nuestro país es muy caro, tendría que haber una restructuración. Por eso, La mil y una noches se convirtió en el gran culebrón.
-Priorizar el rating, darle el horario central, incluso en desmedro de una novela local como es Noche y Día, ¿no creés que tiene un costo negativo para los actores locales?
-Eso tiene que ver con la cabeza de los canales y del rating. Yo, por el lado empresarial, voy a querer que la tira que ponga le vaya bien. Esto es así desde que existe el minuto a minuto, aunque perjudique a los actores y, en este caso, a la ficción nacional. Pero ante la realidad uno no puede hacer nada. Si un programa mide 25 puntos y el otro 9... Conocemos las reglas del juego y a los actores no nos queda otra que aceptarlo.
-Fronteras se grabó el año pasado, ¿tenés algún otro proyecto laboral dando vueltas?
-No está cerrado, pero es posible hacer una obra, un clásico de Shakespeare. Ojalá se concrete. Es una movida muy grande, en un teatro alternativo.
EL PROYECTO MÁS IMPORTANTE: LA PATERNIDAD
-Saliendo de lo estrictamente laboral, hace dos semanas corrió el rumor de que Araceli estaba embarazada, ¿cómo lo tomaste?
-Esos rumores dan un poquito de bronca. Nosotros vivimos en Pilar y ni Ara ni yo nos movemos por Escobar, como se había dicho que Ara fue a una clínica de ahí a hacerse un estudio; o nos movemos por Pilar o por mi obra social vamos a San Isidro… De dónde salió lo del embarazo, no sé, pero salió mal. Yo la semana pasada me fui a hacer una ecografía a Pilar, y no estoy embarazado (risas).
Sus ganas de ser papá: "Con Ara todavía tenemos tiempo para tener un hijo. No tenemos 25 años, pero hay tiempo. También está la posibilidad de adoptar. Está todo hablado".
-Araceli lo negó rápidamente por Twitter.
-Sí, en ese sentido está bueno Twitter, porque Ara escribió y puso la verdad. Además, lo del embarazo también se iba a caer de maduro. No vamos a andar mintiendo ni hablando por hablar, es ridículo. Lamentablemente, no fue verdad.
-Me decís "lamentablemente", ¿está en su plan de pareja tener un hijo?
-Todavía hay tiempo, no tenemos 25 años, pero hay tiempo. Según como se den las cosas... El bichito está latente.
-Más allá de lo biológico, ¿pensaron la posibilidad de adoptar?
-Sí, eso siempre lo dijimos y es una opción. Darle la oportunidad a una criatura de criarlo, de darle un hogar y de ayudarlo está bueno también. Y va a ser igual que un hijo biológico, porque yo siempre digo: "Padre no es quién los hace sino quien los cría y los educa". Así que sí, esa posibilidad existe. Además, yo respeto mucho a las personas que adoptan porque es una entrega de amor muy grande hacia una criatura. Ya está todo conversado con Ara...