"Jamás me llamó para explicarme lo que le ocurría, te lo cuenta a través de una cámara. Tomate un avión y decímelo en la cara. ¿Qué necesidad de terminar una relación por mensajes de texto? Es de poco hombre", disparó Sabrina.
La distancia pudo más y terminó de sellar la ruptura. Los 1200 kilómetros que separan Mar del Plata de Villa Carlos Paz enfriaron el romance entre Matías Alé y Sabrina Ravelli, y el proyecto de casamiento se desvaneció junto con las promesas de amor eterno. El actor de Los bañeros fue quien confirmó el alejamiento de la morocha de Tu cola me suena, en la antesala de los premios Carlos, en la tarde del martes 10.
Al día siguiente, Matías y Sabrina enfrentaron la cámara de Desayuno Americano, donde trabajan como movileros, y hablaron del tema. Primero, fue el turno de la bella actriz. “Cuando me pongo de novia, entrego todo. Quizá Matías tenga algunos miedos. Lo hablamos, pero muy poco. No te cambia un papel, casarse o no”, comenzó la morocha y se refirió a los rumores de un tercer hombre.
“Me costó mucho aceptar la distancia, no hubo terceros en discordia. Ya no espero nada, las palabras vuelan, no se cree más en las palabras. Soy una mina fiel, si no estoy sola. Con Fede (Bal), pegué buena onda y nada más. No tenía nada malo, me molestaba que me vinculen con otras personas. ¿Por qué corno tienen que inventar estas cosas si no me mando ni una? No tengo ganas de estar con nadie, en ningún momento miré a (Ariel) Diwan con otros ojos. Yo sólo miraba a Matías”, aseguró.
"No puedo creer que encima lo estoy hablando con vos a través de una cámara, te das cuenta que es patético esto. Perdón, ¡pero es patético!", explotó Ravelli.
“A mí no me cambia un papel, si no hay amor, no sirve de nada porque se va a destruir. Hubo un dolor en mí en que él hablaba en la prensa de esto. Llamame una tonta por creer... Yo entregué todo. Jamás voy a suplicar por amor. Quiero dejar en claro que yo no me separo porque no me caso; obviamente, me duele porque te construyen un castillo…”, completó.
Atento a sus palabras, Matías siguió su relato desde Córdoba hasta que fue su turno de hablar. “Yo sabía que esto podía llegar a pasar, que íbamos a hablar como en un reality en Desayuno. Habla con el corazón Sabri y por eso la elegí. No dejamos de estar enamorados y no hay terceros. La distancia hizo en mí una gran mella, se acrecentaron mis miedos y se detuvo la evolución de la pareja. Reconozco mis errores por ser tan impulsivo. Tal vez hoy mis prioridades pasan por otro lado. Hay personas que se meten y yo no he sanado del todo. Es difícil explicar lo que nos pasa”, dijo el galán.
“Hoy necesito estar solo. Tengo miedo de no estar a la altura de las circunstancias, a revivir cosas que no he sanado, relaciones enfermas que tuve. Ese daño que me han hecho y cosas que he experimentado me hacen hoy tener miedo de mí mismo y no saber cómo afrontar el casamiento. No tengo esa energía puesta en eso, sé que puedo cometer un gran error. No tengo las mismas prioridades que ella. Yo no quiero hacer un show de esto, sólo tengo un compromiso asumido con este programa y es parte de lo que nos toca vivir. Yo nunca le mentí, mi error fue hablar de más en el minuto a minuto. Soy yo el se tiene que curar”, afirmó el actor.
"No te llamé porque vos me pediste que no te llamara. Respeté tu voluntad y lo que vos me pediste. Me parece que no es sano hacer esto", contestó Matías.
Minutos más tarde, Sabrina y Matías volvieron a salir al aire y las declaraciones ganaron en intensidad. Enojada por el descargo del galán, la curvilínea morocha apuntó en duros términos contra su ex. “Jamás me llamó para explicarme lo que le ocurría, te lo cuenta a través de una cámara. Necesito un hombre de verdad al lado y no un nene. Mínimamente, tomate un avión y decímelo en la cara. Las relaciones no se terminan a través de los mensajes de texto. ¿Qué necesidad de terminar una relación por mensajes de texto? Es de poco hombre. Levantá el tubo y hablá, mensajes de texto es para nenes. No es despecho, si tenés que cortar una relación, se va a juntar con la piba. Yo no quiero a alguien inmaduro”, explotó furiosa.
Mientras tanto, a la distancia, Alé se sumergía en su teléfono celular para pedirle a la producción del ciclo que por favor no lo cruzaran en vivo con Ravelli. “Esto es justamente lo que yo no quería. Nosotros hablamos el viernes y ella me pidió que no habláramos más. ‘No quiero hablar más con vos’, me dijo. Si no te hablé por teléfono es porque pensé que no querías. Respeté tu voluntad y lo que vos me pediste. Me parece que no es sano hacer esto. Es difícil esto que nos pasa. Traté de responderte con el corazón, yo no tengo nada para reprocharte. No te llamé porque vos me pediste que no te llamara. Vos hiciste una catarsis y respondí a eso”, contestó el actor.
Pero Sabrina fue más lejos todavía “¿Cómo podés saber todo lo que siento si en ningún momento me diste la posibilidad de expresarte cómo son las cosas? Yo no puedo creer que encima lo estoy hablando con vos a través de una cámara, te das cuenta que es patético esto. Perdón, ¡pero es patético! No lo puedo creer”, exclamó, indignada.
La ruptura sellada en vivo de un amor nacido y criado en TV.