Pasaron 15 años desde que Tom Hanks interpretaba a un empleado de FedEx que quedaba varado en una isla desierta tras un accidente aéreo. La película marcó un hito en el cine por la complicada labor actoral que implica personificar a un hombre sólo en la naturaleza y, también, por convertir en un objeto inanimado en coprotagonista de la acción.
El film cuenta la historia de Chuck Nolan, quien sobrevive a una tragedia aérea y llega a una isla en donde se las ingenia para mantenerse con vida, a la espera de un rescate. Wilson (por la marca del balón), una pelota de vóley rescatada entre los objetos que llevaba la marea tras el naufragio, se convierte en el único "amigo" de Nolan.
El reencuentro entre Hanks y Wilson se dio durante un partido de hockey. El actor acudió a un encuentro de los New York Rangers y, cuando la cámara del estadio lo enfocó, alguien le alcanzó una réplica de la famosa pelota. La pelota y su amigo, saludaron juntos a los presentes y recibieron ovaciones desde las tribunas.
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