Katy Perry deslumbró al público durante el clásico espectáculo de medio tiempo del partido del Super Bowl, que disputaron el domingo 1 los Patriots de Nueva Inglaterra y los Seahawks de Seattle, por el título de la NFL.
La cantante sorprendió a los fanáticos presentes y a los televidentes alrededor del mundo con una gran puesta en escena, que incluyó un león gigante, el sobrevuelo de la estrella por el estadio de la Universidad de Phoenix, varios cambios de escena y tres cambios de vestuario; todo en apenas 15 minutos ininterrumpidos de música.
El show comenzó con Perry ingresando al campo de juego subida a un inmenso tigre metálico, luciendo un vestido que imitaba las llamas del fuego para interpretar la canción Roar, uno de los éxitos de su último disco Prism.
El estadio de Phoenix se encendió aún más con la presencia de Lenny Kravitz, quien apareció con su guitarra en mano para cantar I Kissed a Girl. Otra de las invitadas de la noche fue la rapera Missy Elliott, quien se unió a la fiesta con el tema Get Ur Freak On.
Rodeada de palmeras y tiburones que se emplazaron en el centro del campo de fútbol, la cantante de 30 años revivió los éxitos Teenage Dream y California Girls, dos de los cinco temas de su disco Teenage Dream que estuvieron en la lista Billboard Hot 100.
Finalmente, Katy Perry cerró el espectáculo entonando Firework, su tema más emblemático, subida a una estrella fugaz con la que recorrió todo el estadio mientras el cielo se iluminaba con un increíble show de fuegos artificiales.