El 27 de septiembre de 2014, George Clooney y Amal Alamuddin contrajeron matrimonio en Italia. Tres días de celebraciones que concluyeron tras la firma del acta matrimonial en el Ayuntamiento de Venecia, sellaron la unión del que fue el soltero más codicio de Hollywood con una ignota abogada inglesa.
Hoy, a cuatro meses de esa majestuosa boda, aunque parezca mentira los rumores de divorcio sobrevuelan a la pareja. Los problemas radicarían en que el actor no logra comportarse como un hombre casado y continúa con sus habituales salidas nocturnas y su vida de playboy. Además según cuenta la revista estadounidense InTouch Magazine, Clooney le habría manifestado a su flamante esposa que no quiere tener hijos.
En sus páginas, la publicación sensacionalista se explaya sobre el tema: "Amal siente que esto no es lo que quería para ella. Ella y George tuvieron un muy corto noviazgo, y Amal pensaba que era un caballero internacional glamoroso. Ahora, está viendo un lado diferente. En cuatro meses en la relación, Amal vio un nuevo George, el que se comporta como un playboy. Toma Hollywood demasiado en serio, y es otro típico chico americano en lugar del James Bond con el que pensó que se había casado".
Además, este medio asegura que en caso de concretarse el divorcio, estarían en disputa... ¡200 millones de dólares! que posee el actor. Si bien no está confirmada la existencia de un acuerdo prenupcial, la publicación advierte que la separación sería escandalosa por cuestiones de dinero.
Sin embargo, Stan Rosenfield, el representante de Clooney, le aseguró a Vanity Fair que "son solamente eso: rumores inventados por la publicación", en referencia a la revista que anunció en su tapa el inminente divorcio de la pareja. El tiempo dirá.