"Yo he visto un ser con una dignidad, como no he visto en mi vida. Una gran dignidad. Él sabía que se moría y jamás mencionó la palabra", dijo Mirtha sobre la enfermedad que padeció su hijo.
Tras una semana agitada para la política argentina, era sabido que el almuerzo de Mirtha Legrand no iba a ser uno más. Sin embargo, la crudeza llegó por otro lado. La visita de Marina Borensztein, sobreviviente de un doble cáncer de mama, sensibilizó con el relato de su lucha a los invitados del programa. Mirtha, por primera vez, revivió el momento más triste de su vida con la enfermedad que padeció su hijo Daniel Tinayre.
"Mi hijo murió de cáncer de páncreas", interrumpió Legrand la charla, logrando el silencio de toda la mesa. "Yo he visto un ser con una dignidad, como no he visto en mi vida. Una gran dignidad. Él sabía que se moría y jamás mencionó la palabra", dijo con la voz entrecortada por la emoción. "Murió mirando la ventana y el sol", completó sin poder finalizar su relato, ya conmovida. Profesional como pocas, la diva quiso avanzar con su rutina y Elisa Carrió, invitada del ciclo, en señal de apoyo la tomó la mano para que se recompusiera del momento. No es la primera vez que le sucede. En uno de sus últimos programas de 2014, la conductora derramó lágrimas, pero de alegría frente a su otra hija, Marcela Tinayre.
Heridas díficiles de cicatrizar para Mirtha Legrand que afloraron en sus clásicos almuerzos.