"Hace poco me invitaron a la playa pero tuve que decir que no porque no me animo a sacarme la remera (...) No me arrepiento de mis cirugías faciales ni nada, pero me cuesta mucho no tener ombligo y vivir con esta cicatriz", dijo Fran.
El debate sobre las cirugías estéticas está instalado. Fran Mariano (26), el joven que se hizo conocido por ser el supuesto fan de Graciela Alfano y por haber participado del reality Cuestión de Peso, visitó Nosotros al Mediodía, el programa que conduce Fabián Doman por El Trece, y mostró su cuerpo actual, sometido a diversas intervenciones quirúrgicas. Algunas por cuestiones de salud; otras, por perseguir su ideal de belleza.
Primero, bajó 92 kilos. Luego, se realizó el cinturón gástrico y se hizo retoques faciales, en los pómulos y en el mentón. Además, se colocó prótesis en la cola y, entre una batería de intervenciones, decidió volver a pasar por el quirófano para retocar su abdomen, moldearlo, y hacer menos visibles las huellas del bisturí.
Al aire, previo a desvestirse, Fran aseveró: "Hace poco me invitaron a la playa pero tuve que decir que no porque no me animo a sacarme la remera. Pero en diez días me opero de nuevo", declaró, iniciando un ida y vuelta con Tomás Dente, panelista del programa, quien mantuvo enfrentado al mediático.
"No es un buen mensaje el que estás dando, porque lo que estás dando entender a la gente es que si no tenés una silueta adecuada no podés ir a recrearte a la playa, a divertirte. Vos valés mucho más que tu cuerpo", refutó el periodista.
"Yo me pongo a llorar, pero estoy cansado de que la gente me diga: 'Vos tenés que sentirte bien, no importa que estés todo cortado, andá a la playa', y demás... ".
Luego de mostrar el torso desnudo, su imagen impresionó a Doman, quien, sin titubear, expresó: "¿Eso se arregla?". La conversación –que contó con la palabra de médicos- llevó a que Fran rompa en llanto, sosteniendo que es muy duro vivir con "la mirada de la gente encima", junto a sus propias inseguridades.
"Yo me pongo a llorar y queda como el loco que se pone a llorar. Estoy cansado y harto de que la gente me diga: 'Vos tenés que sentirte bien, no importa que estés todo cortado, andá a la playa'. Somos todos diferentes. No me quiero victimizar, pero todo el mundo te señala y te dice: 'Vos estás bien así, mirá lo que eras antes y mirá lo que sos ahora'. Pero cómo me siento yo cuando me miro no se lo puedo explicar con palabras… Es muy feo. No me arrepiento de mis cirugías faciales ni nada, pero me cuesta mucho no tener ombligo y vivir con esta cicatriz. No me saco la ropa adelante de nadie", concluyó, instalando el debate de la adicción a las cirugías.