A cuatro meses del día en el que el corazón de Gustavo Cerati (55) dijo basta tras 4 años y 5 meses en coma por un ACV, Lilian Clark, la madre del músico que estuvo a su lado hasta el último minuto, habló con Nosotros al mediodía.
"Su muerte fue inesperada, en el fondo estaba el temor, pero yo lo veía bien. Una enfermera que lo quería mucho un día me dijo: 'Lilian ya no tengo dónde ponerle las inyecciones'. Me impactó eso", recordó la madre de Gustavo Cerati.
Consultada por su salud luego del cimbronazo y en medio del duelo, Lilian respondió: “Ahí ando… pasando físicamente con algunas molestias y lo demás es un largo proceso que tendré que pasar. Esto no se lo puedo transferir a nadie, solamente lo tengo que vivir y superar yo. Fueron años de mucha tensión y de mucho dolor, de esperanzas, pero al mismo tiempo mezcladas de un gran miedo”.
“Él estaba hermoso como siempre, con su rostro fresco y cabello abundante. Cuando yo llegaba le decía ‘Hola Gustavito’, le agarraba fuerte la mano y él me agarraba fuerte la mano. Tenía algunas acciones que me daban esperanza. Yo miraba los monitores, no soy tonta, ellos no mienten. Los monitores, cuando él se excitaba por algo, subían las pulsaciones. Yo veía todo eso, una parte de él estaba”, explicó la madre del artista.
“Lo que me quedó es eso, estuve con él cuatro años. En tres días decidió irse. Lo decidió él, es evidente porque estaba todo aparentemente normal y de pronto empezó a perder la conciencia. Su muerte fue inesperada, en el fondo estaba el temor, pero yo lo veía bien. Una enfermera que lo quería mucho un día me dijo: 'Lilian, ya no tengo dónde ponerle las inyecciones'. Me impactó eso”, continuó Lilian.
“Lo que han sido esos fans, ahí afuera esperando y llorando… Yo me debía a ellos, porque Gustavo trabajaba para la gente. Ese es el papel que me tocó. Gustavo tenía unos fans maravillosos”, recordó Clark.
Luego, la madre mostró una carta que recibió del papa Francisco, escrita de puño y letra, cuándo Cerati aún vivía: “Le pedí que rezara por Gustavo”, aclaró, emocionada.
LA CARTA DEL PAPA FRANCISCO A LILIAN CLARK
Querida Señora:
En estas semanas la tuve muy presente y recé por usted y por su hijo. Que el señor la sostenga y a él le conceda la paz más profunda.
Y por favor, no se olvide de rezar por mí, por lo que necesito.
Que Jesús la bendiga y la Virgen Santa la cuide. Cordialmente.
Francisco.