Lookeado con una malla celeste y anteojos oscuros, el Pocho se mostró sonriente bajo el sol mientras dejaba al descubierto sus abdominales, músculos y tatuajes
Su nombre fue tema excluyente en pleno Mundial Brasil 2014, a pesar de que su desempeño en la cancha era lo menos mencionado cuando se hablaba de Ezequiel Pocho Lavezzi (29). El jugador, que es una de las estrellas del París Saint Germain, pasó unos días en Punta del Este, y volvió a lucir los atributos físicos que le dieron popularidad.
Lookeado con una malla celeste a lunares y anteojos oscuros, el Pocho se mostró sonriente bajo el sol mientras dejaba al descubierto sus abdominales y tatuajes. Junto a él estuvo su novia, Yanina Screpante (31), cual guardiana del Adonis, su hijo, Tomás (9), y su representante, acompañantes del hombre que estuvo entre los .
El descanso del equipo francés le sirvió para relajarse y disfrutar del mar como un veraneante más. Al anochecer aprovechó para dar por la costanera y, seducido por la belleza del paisaje, visitó junto a su pareja el terreno de San Ignacio que servirá para construir una casa, refugio del tiempo de receso que pase fuera de entrenamientos y partidos del fútbol europeo.
Lavezzi, un sex symbol argentino bajo el sol esteño.