Gerardo Sofovich (77) la pasó mal. Estuvo dos semanas internado al borde de la muerte, pero una vez más ganó la pulseada y está de vuelta como jurado de Los 8 escalones.
“Empecé como actor y, de caradura, como productor de un par de programas cómicos. Me inicié trabajando de 'negro' de Juan Verdaguer, negro entre comillas porque así se denomina al autor que no figura”, le contó Gerardo a revista Viva.
Antes de soñar con trabajar en la televisión estudió y casi termina la carrera de arquitectura: "Estaba en quinto año, me faltaban seis materias para recibirme. Mi papá murió en julio. Cuando falleció, justo era la época de los parciales y no pude darlos. Dije ‘doy las materias que me faltan entre diciembre y marzo, y me recibo’. Pero en diciembre ya estaba haciendo televisión”, señaló el productor teatral.
“Montones de traiciones… la última la recibí ayer (silencio). Mi secretaria de hace 24 años mandó un telegrama disparatado, absurdo, considerándose despedida, injuriada y no sé cuantas cosas más”, opinó Sofovich sobre las traiciones que tuvo a lo largo de su vida. Y se define como un hombre muy confiado.
Dice que no sabe cuidarse y que tolera bastante el dolor. Y tiene una interesante opinión sobre la angustia y la muerte: “Yo la tengo superada. El mismo cuerpo, la vejez y todo te van acostumbrando. A veces la ves como un alivio”, deslizó el empresario.
“La edad cronológica la sufro, pero me siento de 40”, finalizó Gerardo, el hombre que le hubiese gustado ser Bob Fosse: “Es lo más parecido a mí. Porque acá en Argentina, nadie hizo lo que hice yo: dirigir cine, conducir televisión o crear sus propios programas”.