El año pasado, Moria había contado: "Que Sofía me odie por lo que voy a decir, pero a veces me invita a comer a la casa... ¡y nunca tiene servilletas, como siempre con papel higiénico!".
En octubre de 2013, Moria Casán y su hija Sofía Gala (27) no pasaban por el mejor momento de su relación. Habían protagonizado una escandalosa pelea y la capocómica se sentó en Intrusos para hablar implacable -pero desopilantemente- de su vínculo con su única heredera.
"A veces Sofía me invita a comer a la casa, me cocina, me hace pescadito, muy gourmet, muy chiquito, me cago de hambre mal. Yo voy con un hambre, soy como los sobrevivientes de la cordillera de los Andes, me como a los compañeros. Nunca tiene servilletas y como siempre con papel higiénico. Que me odie, perdón. Voy: mesa ratona, sin luz porque no cambió la bombita. Mi depresión es eterna. Le mando al electricista y no está nunca cuando se lo mando", fue parte de la historia que contó Moria.
Embarazada de 8 meses, Sofía y su novio fueron fotografiados luego de haber comprado nada más y nada menos que ¡papel higiénico! E instantáneamente el recuerdo de la confesión de Moria se hizo presente.
El tiempo pasó, la relación entre ellas volvió a ser buena y una foto de la revista nos hizo recordar aquella tragicómica confesión de Casán. Embarazada de ocho meses, Sofía y Julián Della Paolera (39) fueron fotografiados en las calles porteñas de Recoleta luego de haber comprado nada más y nada menos que ¡papel higiénico! Tan sólo una perlita divertida en medio de la dulce espera.
A la espera de su primer hijo varón (Sofía ya es mamá de Helena, de 5 años, y Julián también tiene otra nena de la misma edad), la actriz confesó sobre sus curvas: "Cuando me embarazo, me vuelvo medio Casán, me crecen el culo y las tetas; si no soy medio laucha, como mi papá. Siempre me molestaron las tetas. Después de tener a Helena se me achicaron y me puse contenta. No me gustan las tetas grandes".