Érica García decidió escribirle una fuertísima carta a Ricardo Mollo, su ex, tras haberlo visto en Línea de tiempo.
"Me dirijo a Ricardo con toda la admiración que te guardo por haber sido en principio mi compañero por 10 años y luego por ser mi maestro de guitarra y mentor. Quiero decirte que a una mujer que crió tus hijas con amor desde los 3 a los 13 años y les compuso canciones que cantaban en el jardín y mimaba y cuidaba mientras vos estabas ocupado con tu adicción (...) a esa mujer se la respeta".
El músico fue el invitado del miércoles del programa de Matías Martin por la TV Pública para hacer un repaso por su vida, pero eligió no nombrar a Érica, con quien compartió 10 años de pareja.
Tras una catarata de tweets en la noche del miércoles, García hizo catarsis con un texto más largo (y más polémico), para que se entienda la totalidad de su pensamiento.
Aquí, la carta:
Carta abierta a Mollo, Matias Martin, periodistas, twitteros y público en general, debido a que veo que están inventando información desvirtuada de despechada o no sé qué poronga.
Queridos Martin y Ricardo, con motivo del programa que compartieron, les hablo a los dos, pero me dirijo a Ricardo, que es a quien más conozco. Con toda la admiración que te guardo por haber sido en principio mi compañero por 10 años (tengo muy buena relación con todos mis ex) y luego por ser mi maestro de guitarra y mentor, quiero decirte que a una mujer que crió tus hijas con amor desde los 3 a los 13 años y les compuso canciones que cantaban en el jardín y mimaba y cuidaba mientras vos estabas ocupado con tu adicción; a una mujer que cuidó al gran Arnedo mientras se moría casi en mi cama cuando vivíamos en Ramos Mejia; a una mujer que toca con Divididos en tus videos (Unplugged de MTV, todos los Obras, Tomando Mate en la Paz, entrevistas de TV, diarios y todos tus shows en vivo los 10 años de ascenso y caída y vuelta a ascender de la banda, y que te acompañó en las alturas, infiernos, enfermedades y recuperaciones, tiempos de pobreza y riqueza; a una mujer que fue nominada al Grammy por un tema que produjeron juntos (Vete Destino); a una mujer que es una artista de tu generación con un dulce reconocimiento de su gente (Matías me ha entrevistado); a una mujer con la que tenés firmados varios discos y colaboró en muchos de tu banda (está registrado en SADAIC y AADI); a una mujer con la que incluso compraste propiedades (tengo el contrato con nuestros nombres) como lo que hoy es el teatro Il Picolino, que es un lugar que compramos y remodelamos como un loft; a una mujer que tuvo y tiene excelente relación tanto con tu actual mujer Natalia, como con Gabriela, la madre de tus hijas, y que a pesar de construir y compartir todo por 10 años, al decidir irme jamás te pedí un centavo; a una mujer que literalmente te salvo de la muerte (lo sabemos todos), a esa mujer se la respeta.
"Sería como excluir de la vida de Patti Smith a Robert Mapelthorpe, o a Courtney Love de la vida de Cobain o a Marianne Faithfull de la vida de Jagger o a Yoko de la de John o a Frida Kahlo de la de Diego Rivera. Mandale besos a Natalia, que sabés que la admiro y no tengo ningún interés en ninguna enemistad con nadie...".
A esa mujer se la nombra en la línea de vida. Esa mujer es Érica García y hablo en tercera persona como el Diego. Lo mínimo que uno puede hacer es nombrarla al repasar la vida y pasar la página y a otra cosa butterfly. Porque es lo que hace una persona que tiene sus relaciones superadas, porque al ser los dos músicos con gente que tiene tatuadas nuestras canciones en sus pieles, ya somos parte imborrable de la historia del rock argentino. Vos más que yo, ampliamente más que yo, sos un grande y yo aún estoy desarrollando mi carrera. Creo que te fue fácil no contarme en la historia, ya que yo misma decidi irme a vivir a Los Ángeles por 7 años y no representé problema alguno. Pero ahora que volví, parece que te estuvieras incomodando y no hay razón para eso. Tranqui. Las personas que trabajamos en nuestro campo espiritual personal reconocemos a las ex parejas como compañeros amigos de la vida sin ningún tipo de otro vínculo más que el de la amistad y los trabajos compartidos, sobre todo en la comunidad de músicos y actores donde todos nos conocemos, nos enredamos y nos tenemos que seguir cruzando hasta la muerte. Digo esto porque de ahora en más a ninguna producción se le va a ocurrir no nombrarme en tu historia (si yo no fuera conocida todavía, pero qué pena que también ignores que tengo masivo y fluido contacto con la gente, hello Twitter). Sería como excluir de la vida de Patti Smith a Robert Mapelthorpe, o a Courtney Love de la vida de Cobain o a Marianne Faithfull de la vida de Jagger o a Yoko de la de John o a Frida Kahlo de la de Diego Rivera. Mandale besos a Natalia, que sabés que la admiro y no tengo ningún interés en ninguna enemistad con nadie y creo que a ella también esta carta le va a gustar y a aliviar en muchas cosas, al ver que no hay ningún resquemor de pareja de parte mía, sino de genuino reconocimiento de persona a persona.
Necesitaba decirte esto, como mujer, como artista, como guerrera de la vida. Y sólo lo hago público porque vos hiciste esa Línea de tiempo públicamente. Nobleza obliga, se responde también de forma pública, con la misma emoción. Me retiro porque estoy demeando mi sexto disco y me esperan días de mucho trabajo, estamos charlando la producción con varios productores amigos tuyos, Breuer, Tweety, Álvaro, así que viene muy lindo el próximo disco. Espero encontrarte pronto a vos Ricardo, a vos Martin y a todos los periodistas en los premios y fiestas y entrevistas, como nos encontramos siempre, y saludarlos con un abrazo y una sonrisa sanadora. Viva la vida. Salud.