Después de 10 años de relación, la crisis matrimonial fue insuperable y llegó el fin. Y en los peores términos. Marcelo Salinas dejó la casa que compartía con María Eugenia Ritó y, desde entonces, no hubo marcha atrás.
"Mi ex me hace la vida imposible, me quiere muerta, no puedo más (…) Sigue sin pasarme alimentos. Está ordenado por un juez. Ni con un animal se actúa así", escribió Ritó
En ese momento Ritó se encontraba sin trabajo y con problemas de adiciones, pero la vedette pudo superar el mal trance. Se rehabilitó, participó del Bailando y llevó al abogado a la Justicia para que le de la parte de los bienes que le corresponde, más la manutención mensual acordada..
"Felizmente, lo único que queda pendiente ahora es tramitar la división de bienes. Lo más importante que logré es que hasta que no se dividan los bienes, él tiene que seguir manteniendo a Eugenia con un gran nivel de vida. Es una mujer divorciada y con platita", explicaba meses atrás la abogada Ana Rosenfeld en Nosotros al Mediodía cuando su defendida obtenía el divorcio y sus beneficios.
Pero el tiempo pasó y esa aparente clama concluyó con una seguidilla de explosivos tweets de la vedette contra su ex: "Vuelvo a decirlo: mi ex me hace la vida imposible, me quiere muerta, no puedo más (…) Mi ex sigue sin pasarme alimentos. Está ordenado por un juez. Ni con un animal se actúa así", escribió Ritó, explicitando que lo firmado en Tribunales no estarìa siendo respetado por Salinas.