Quienes pensaban que la guerra fría entre Mora Godoy y Laura Fidalgo se basaba en celos y egos profesionales acertaron, pero sólo en parte. Es que, además de la dura competencia artística, las mujeres también tendrían un hombre en común que les acrecentó la rivalidad.
Sin darle mayor importancia, Mora se descargó por los gestos de los que fue objeto tras su magistral baile del martes: "Sentimos que lo que hizo fue una burla, algo totalmente fuera de lugar. Estaban todos nuestros compañeros aplaudiéndonos y ella burlándose atrás, fue algo que nos entristeció. A mucha gente del tango también, porque era una fiesta del tango".
Pero cuando Marcelo Tinelli consultó si el problema era por Marcelo Mendoza, un empresario que salió hace cinco años con la protagonista de Buenos Aires Tango se desligó: “No tengo idea, eso hay que preguntárselo a Laura. Nunca fuimos amigas porque en el medio nunca nos cruzamos. Yo no creo que haya rivalidad, porque yo hago tango y ella baila jazz”. El comentario en apariencia menor fue una mojada de oreja para quien encabezó Madero Tango durante años.
Como si fuera poco, Mora Godoy terminó por blanquear que el actual pretendiente de Laura Fidalgo seguía enviándole mensajes afectuosos, con el condimento de que además el dirigente de Independiente vive al lado del instituto de danza de Godoy.