Desde la redacción de Ciudad.com sospechamos que la fama "por portación de cara" de Renée Zellweger ya es cosa del pasado.
Es que, a pesar de ser una de las actrices mejores pagas y más famosas de Hollywood, cuyo rostro -justamente- encabezó éxitos como El diario de Bridget Jones o Chicago, por nombrar algunos casos, de ahora en más va a tener que mostrar su DNI para pasar por la alfombra VIP. ¿La razón? ¡Está irreconocible!
Señora de las cuatro décadas (ahora tiene 45), Renée parece no llevarse nada bien con el inevitable paso del tiempo. Ni con el bisturí. En un evento organizado por Elle Women, la genial actriz (eso no se mancha...) se mostró con una fisonomía completamente diferente. Acaso botox, lifting o quién sabe que arrebato de sueño de juventud, Zellweger "algo" se hizo en su cara y no cayó muy bien en las impiadosas miradas del periodismo más amarillista. TMZ, por ejemplo, la destrozó en su sitio Web,
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