"Me sorprendió verlo y la verdad es que no me dedico a eso. Si fuese así no estaría con tantos problemas económicos. Estoy viviendo en la casa de un amigo porque no puedo alquilar nada".
Un escándalo de proporciones se desató el viernes tras la difusión de unos supuestos chats en los que Gabriela Figueroa aparece respondiendo preguntas por el servicio sexual de algunas famosas, cada una con su precio.
Ángel de Brito publicó en Twitter la supuesta conversación de WhatsApp de la bailarina, en la que aparecen nombradas Johana Villafañe, Ayelén Paleo y Claudia Ciardone. Y entre las consultas se la incluye a la propia Figueroa.
"¿Prostitución vip?", se preguntó el periodista al adjuntar el mensaje, arrobando a las cuatro involucradas. Minutos más tarde, Figueroa salió al aire en El Diario de Mariana para desmentir que ese chat sea real.
Ahora fue Johana Villafañe, quien se había hecho conocida como Johana Pombo, habló con el diario Crónica de lo ocurrido: "A Gabriela y al resto de las chicas las conozco de compartir boliches, eventos y desfiles pero nada más. No tengo ninguna otra relación. Me sorprendió verlo y la verdad es que no me dedico a eso. Si fuese así no estaría con tantos problemas económicos. Estoy viviendo en la casa de un amigo porque no puedo alquilar nada".
La modelo se animó a pensar de dónde podría haber salido el tema: "Por ahí es algún enemigo, siempre hay enemigos ocultos. Igual lo tomo con humor, yo estoy enfocada en mi trabajo. Me costó mucho llegar al medio. Estoy estudiando para llegar a ser alguien, este año voy a ser la primera vedette de la obra de Omar Suárez".