Después de un año y medio alejada de la televisión, Viviana Canosa vive con ansiedad su regreso no sólo a la conducción sino también a América de la mano de Zapping (debuta el lunes 20 a las 20.30 hs.). La periodista se fue de la emisora a finales de 2002 en medio de un conflicto con sus compañeros de Intrusos, una rivalidad que perduró durante años.
En una charla con, Viviana también se mostró sorprendida por la vuelta al canal: “Diego Guebel (director general de Eyeworks Cuatro Cabezas) llamó a Alejandro para proponerme esto. Me gustó mucho, pero una de las preguntas que le hice fue: ´¿Yo en América?´, y él me dijo que era algo que estaba totalmente cerrado, y sólo le tenía que decir que sí. Entonces sentí un gran alivio, porque entendí que lo que ocurrió es parte del pasado y agradezco. Siento que de ese canal me fui siendo un bebé y vuelvo siendo Miley Cyrus. Ahí sólo trabajé un año y medio, pero la gente cree que hice toda mi carrera”, aseguró.
"Nuestro casamiento no fue secreto por mala onda Yo quería decirles unas cosas a mi marido, a mi hija y a los hijos de Alejandro (Julián y Manuel), con los que tengo un vínculo muy hermoso y su hubiera habido más gente, no habría podido".
“Sé que hay mucha expectativa. Cuando fui a grabar la ‘promo’ tuve un recibimiento bárbaro. Pasaron tantos años que vivo este regreso con naturalidad. Tal vez por mi nueva vida, que es bajar cuatro cambios, estar más en mi casa (…) Yo, Viviana Canosa, no tengo ningún enemigo y no me hago cargo de ninguno que esté en ese papel, en ningún canal ni en ningún lugar. Empecé a vivir mi vida relajada y es algo que recomiendo a la gente en general”, agregó sobre su nueva vida, lejos de los conflictos.
Eso sí, Canosa promete regresar más picante que nunca: “Voy a encontrar mi nuevo rol: voy a ser más Viviana que nunca porque no tendré filtro, ya que lo perdí con la maternidad”.
La periodista también se refirió a su casamiento, súper privado, con Alejandro Borensztein, papá de su hijita Martina, el último 30 de septiembre: “Nuestro casamiento no fue secreto por mala onda Yo quería decirles unas cosas a mi marido, a mi hija y a los hijos de Alejandro (Julián y Manuel), con los que tengo un vínculo muy hermoso y su hubiera habido más gente, no habría podido, y fue así”.
Sobre sus ganas de pasar por el Registro Civil, confesó: “Julián se iba de viaje (se fue a vivir a Europa) y yo pasaba a ser la mujer de su papá; fue una cosa de roles y quería sentir ese rol. Los chicos me aman, pero quería sentirme la mujer de la casa y para sentirlo me tenía que casar”.