El paso del huracán Rosemary González por la pista de ShowMatch causó una verdadera conmoción. A pesar de que la monumental cubana se había destacado en los ritmos libres, gracias a los cuales se ganó el lugar en el repechaje de Bailando, la performance respetando la coreografía marcada por su coach fue magistral.
Apenas sonó el tema, la morena comenzó a moverse con electrizantes espasmos, que ejecutaba con brutal naturalidad. Como si en realidad fuera la música la que se adaptara al ritmo que dictaban sus esculturales piernas, caderas y brazos. El estudio en pleno sucumbió ante el temblor de su exuberante físico.
A la hora de las críticas, Nacha Guevara comenzó con los halagos al señalar que tuvo la delicadeza de no exaltar la vulgaridad del baile. Moria Casán, por su parte, le rindió homenaje con sus palabras, al punto que Rosemary se largó a llorar por la felicidad. "Gracias. Yo no tengo la culpa de ser así, negra fibrosa. Estoy contenta por las devoluciones, muy emocionada", cerró avergonzada la flamante estrella del firmamento de Ideas del Sur.