A pesar de que es un súper reconocido actor y goza de gran popularidad, Campi (45) decide llevar una vida normal, lejos de las excentricidades o los lujos.
"En la calle la gente no se da cuenta que soy yo (risas). Voy al teatro en subte. Aprendí de Gustavo Yankelevich que para que no se den cuenta, tenés que ser uno más. Y yo soy uno más. Lo que tienen los actores, por lo general, es que usan lentes, ropas... y yo no. Yo soy un tipo común".
Actualmente protagoniza con gran éxito Campi, el unipersonal, que primero presentó en el Velma Café y ahora lo hace en el Multiteatro, pero la fama no lo marea. En la revista Paparazzi contó: "En la calle la gente no se da cuenta de que soy yo (risas). Voy al teatro en subte. Aprendí de Gustavo Yankelevich que para que no se den cuenta, tenés que ser uno más. Y yo soy uno más. Lo que tienen los actores, por lo general, es que usan lentes, ropas... y yo no. Yo soy un tipo común. Tengo auto, pero me gusta ir en subte. Voy más rápido, me pone nervioso manejar. Me gusta escuchar historias y hay toda una parte de la fama que no me gusta, como esto de encerrarte en un auto. A mí me gusta seguir viajando en subte, andar en bici, caminar. Todo eso me gusta y tuve que adaptarme".
Campi, además, este año se prepara para rodar una película junto a Débora Falabella (la actriz brasileña que encarnó a Nina en Avenida Brasil) y continúa su desopilante labor en Peligro Sin Codificar.
Además, por supuesto, disfruta de su vida junto a Denise Dumas, su mujer, y sus hijas Emma (7) y Francesca (2): "No soy celoso por ahora. Calculo que porque todavía no tienen 15... (risas). Emma ya pinta un lomito, flaquita, fibrosa y Fran es una gordita, ¡es una bebota! No sé si voy a ser celoso, sí voy a ser cuidadoso para que no se agarren cualquier cachivache".