Lilian Clark (84) se ha convertido en el exponente principal de la lucha por la mejoría de su hijo, Gustavo Cerati (55).
"Yo decía ‘Bueno Gustavo también es UNO, tiene una impresión digital diferente, a lo mejor es él’, porque estadísticamente su enfermedad es de muy poca recuperación, pero yo creía que Gustavo a lo mejor…".
La madre del músico lo acompañó a sol y a sombra durante toda su vida, pero su amor y esperanza se intensificaron cuando, hace cuatro años, el músico sufrió un ACV que lo dejó en estado de coma.
Lilian estuvo presente todos los días en las dos clínicas en las que Gustavo estuvo internado. Sosteniéndole la mano, cantándole al oído, acariciándolo, conectándolo con la vida. El 4 de septiembre de 2014, el cuerpo de Cerati dijo basta y allí, por supuesto, estaba su mamá, para despedirlo.
La revista Gente habló con ella el fin de semana, a dos días de la muerte del músico. Aprovechando el "encuentro casual", Lilian aceptó hablar: “Es muy duro. Yo aposté hasta el último momento. Sabía que era muy grave lo de Gustavo, yo no me engañaba fácilmente… Yo decía ‘Bueno Gustavo también es UNO, tiene una impresión digital diferente, a lo mejor es él’, porque estadísticamente su enfermedad es de muy poca recuperación, pero yo creía que Gustavo a lo mejor… Apostaba a eso, que es algo que te lo da solamente la fe".
Clark agregó: "El cuerpo estaba muy cuidado por los médicos, pero nosotros no somos sólo cuerpo".
Para el final, la madre de Cerati, que siempre se comportó súper amable con la prensa y los fans de su hijo, concluyó: "Necesito llamarme un tiempo a silencio y agradecer el infinito apoyo de la gente".