Quién dice que así como nadie se lo esperaba y Fabio "La Mole" Moli se consagró campeón de Bailando 2010, este año no suceda lo mismo con Luciano Tirri. Anoche saltó a la vista por enésima vez que el fuerte del primo de Marcelo Tinelli no es la danza, sino el humor.
Disfrazado de astronauta, el comienzo de la coreografía prometía mucho gracias a la empatía que transmitió el nacionalismo de clavar la bandera argentina en la luna. Sin embargo, la ilusión duró apenas unos instantes, porque Tirri y su compañera Bárbara Reali comenzaron fuera de sincronía.
El desafío del ritmo del baile de precisión era que ambos se muevan en espejo, o al menos como acción y reacción, y lo consiguieron por apenas unos instantes. La música electrónica, el juego de luces y la gracia natural del ex integrante de Los Fabulosos Cadillacs, sumada a la garra de la blonda hicieron que el espectáculo sea más llevadero.
Aunque cuando se anoticiaron que tuvieron el puntaje más bajo, se sinceraron. "Está difícil el tema. El no sabe bailar, no va a bailar bien", se resignó Barby Reali. A su turno, Luciano Tirri admitió: "Yo soy malo, pero a la noche soy horrendo. Eso es lo que me preocupa. Ellos lo saben. Bailo bien entre las tres y seis de la tarde, cuando ensayo con todo".
A pesar del mal trago, el histriónico participante se comió un sándwich de bife de chorizo al finalizar la performance, incluso antes de haberse rehidratado debidamente. Todo un personaje. Eso sí, lo único que estuvo bien sincronizado fue el beso que se dieron, para bronca de Mimí.