Darío Barassi (30) dejó San Juan con dos objetivos claros: seguir la carera de Abogacía y estudiar teatro. La consigna familiar era precisa: "Si te vas, tenés que estudiar, formarte universitariamente". Y Darío cumplió recibiéndose de abogado.
Pero en el camino la vida lo fue sorprendiendo con diferentes oficios y terminó incursionando en la televisión como notero de AM, programa que le permitió darse cuenta que lo suyo no eran las leyes, sino algo que ya llevaba en su interior: la actuación.
"Hubo un año en que era notero en AM y a la vez abogado, y se me mezclaba todo. De repente iba a un juzgado y me decían “ahí está el gordito de AM”; o iba a la tele y me decían, '¿qué hacés vestido como abogado?'. No encajaba en ningún lugar y tuve que tomar una decisión y opté por soltar un poco la abogacía. Ya no me veo siendo abogado. Yo me siento actor", explica con énfasis en una charla íntima con Ciudad.com.
El pálpito no le falló, ni su innato sentido del humor que lo llevó a lucirse en el teatro. Hoy tiene la oportunidad de demostrar lo que él eligió ser en la nueva apuesta de Sebastián Ortega, Viudas e Hijos del Rock and Roll, novela de Telefe en la que Barassi debuta en la pantalla chica como Pedro.
Pero el plano laboral no es el único que le sonríe, Darío está en pareja y en 2015 dará un gran paso...
"Me recibí de abogado pero dejé de ejercer porque ser actor es lo que me define: mi cabeza y mi energía están puestas a favor de eso".
- ¿Cómo enfrentás este proyecto laboral que marca tu debut como actor en TV?
- Muy contento. Me acuerdo "patente" cuando me llamaron para confirmarme que había quedado para el personaje. Iba manejando por Libertador, tuve que frenar, clavar una baliza, poner fuerte la música y relajarme un poco. Era un momento… ¿Viste cuando la vida no te para de sorprender? Yo vine de San Juan a Buenos Aires con muchas expectativas, seguro de lo que quería hacer y de lo que no, y que las cosas que veía lejanas me pasen es muy emocionante, sorprendente. Poder ser parte de una ficción de Underground, aunque sea con un personaje chico, lo veía lejano, y que haya pasado fue muy fuerte. Ahora que descubrí la ficción, estar rodeado de actores, me encanta. Además, es un elenco increíble que está comandado por Paola Barrientos y Damián de Santo que son actorazos, generosos, y te nombro a ellos dos como referencia por ser cabeza de grupo, pero son todos muy divertidos.
"Hubo un año en que era notero en AM y a la vez abogado, y se me mezclaba todo. De repente iba a un juzgado y me decían “ahí está el gordito de AM”.
- ¿Cómo describís tu personaje?
- Soy un productor de radio, Pedro, gay y muy rockero. Es muy aparatoso, histérico, pero muy divertido. Y voy a tener un programa, acompañando a Mariana, que es el personaje que hace Maju Lozano, con Fede como operador, el personaje que hace Nico Francella.
- ¿Cómo es la química con tus compañeros?
- La dupla con Maju es bárbara. Vengo con el plus de haber hecho radio antes, entonces conozco muy bien el rol y el juego, y Maju, ni hablar. Y con Nico somos amigos, compartimos camarín, también con Darío Lopilato, y la pasamos muy bien. Es un tipazo, muy generoso, y como tiene un camino más andado en el terreno de la ficción tomo mucho lo que él me dice, lo que me aconseja. Poder atravesar esta experiencia tan nueva para mí con amigos, con personas que ya tenía un vínculo de antes, es genial.
- Vos llegás a este papel ya con una formación académica, recuerdo que te fuiste de AM para tomar cursos de actuación en Nueva York…
- Así es. Yo estaba necesitando un cambio. Yo viene a Buenos Aires a estudiar Abogacía y teatro. Empecé a trabajar en tele casi sin querer, desde un lugar de notero, haciendo un poco de humor. Me iban pasando cosas que estaban buenísimas, pero que no las terminaba de elegir. Entonces frené. A mí me encantaba estar en AM pero buscaba algo más, quería desafiarme porque a mí me gustaba más actuar, conducir. En ese momento me salió una beca para irme a Nueva York por tres meses a estudiar teatro y canto y la aproveché. Después volví y me dije: “Tengo 30 años, mi carrera recién está empezando, no es momento de achancharme. Tengo que desafiarme”. Ahí apareció la oportunidad de conducir un programa con Dalia Gutmann, que estuvo buenísimo, y después castinear y quedar en Viudas e Hijos del Rock and Roll.
"Cuando mi vieja me vio actuar por primera vez en Chicos Católicos, cuando salí de la obra me dijo: “Hijo, esto es lo tuyo. Ya tenés el título, yo no te exijo nada más”, y me bancó siempre".
- Pero llegaste a Buenos Aires con dos objetivos: la actuación y ser abogado. Vos te recibiste, ¿alguna vez ejercite la profesión o ya está relegada?
- Hubo un año en que era notero en AM y a la vez abogado y se me mezclaba todo. De repente iba a un juzgado y me decían “ahí está el gordito de AM” o iba a la tele y me decían, “¿qué hacés vestido como abogado?”. No encajaba en ningún lugar y tuve que tomar una decisión y opté por soltar un poco la abogacía y arranqué con Chicos Católicos, seguí con AM y aposté a estoy, y sigo apostando porque creo que es lo mío, que es lo que me define. Ya no me veo siendo abogado. Sí estuvo bueno recibirme, fue siempre medio reclamo de mis viejos, que me decían: “Te vas a estudiar afuera, pero sí o sí me estudias una carrera universitaria”. A mí me pareció bien que me exigieran y está buenísimo tener el título, pero yo me siento actor, lo vivo y lo disfruto. Es en donde quiero crecer. Me gusta mucho la tele, me gusta mucho el teatro y, seguramente, cuando tenga la experiencia me gustará mucho el cine. Ser actor es lo que me define, mi cabeza y mi energía están puestas a favor de eso.
- Tus padres te exigían una carrera universitaria, cuando diste el volantazo para la actuación, ¿los asombró?
- Mirá, creo que en el fondo todos lo sabían porque no había una Navidad o un cumpleaños que el gordo no apareciera disfrazado haciendo un show. Amaba imitar a mis familiares. Mi vieja siempre cuenta que cuando yo era chiquito, cuando nos íbamos de vacaciones, iba y bailaba por diferentes carpas pidiendo comida. De chico ya tengo una necesidad de expresión muy fuerte. Pero, así y todo, les fue raro. Lo que más les sorprendió que trabaje de notero, lo actoral lo esperaban.
- ¿Cuándo te vieron actual por primera vez qué dijeron?
- Cuando mi vieja me vio actuar por primera vez en Chicos Católicos, cuando salí de la obra me dijo: “Hijo, esto es lo tuyo. Ya tenés el título, yo no te exijo nada más”, y me bancó siempre. Por ahí mis abuelos, que son más conservadores, algún mail me mandaban cuando aparecía travestido, bailando en televisión. Me escribían: “Gordo, contrólese”, pero desde un lugar muy simpático, muy de acompañarme. Ahora habrá que esperar que repercusión tiene en la familia mi personaje de gay rockero. Va a ser divertido.
"Sé que no nací muy agraciado físicamente y el humor es la herramienta que me permitió todo en esta vida. Soy una persona de muy bueno humor, no es algo que lo use para laburar".
- En una parte de la nota me decías que necesitabas de un público, ¿cómo te llevás con la exposición y las redes sociales?
- A mí las redes sociales me gustan mucho porque estoy en casa tuiteando y no me siento tan expuesto, lo virtual lo hace menos personal. Me gusta este laburo, que a la gente le agrade, y que tenga buena repercusión. Yo soy muy agradecido con lo que pasa en la calle. Hay días que lo puedo disfrutar más o menos, dependiendo de cómo esté mi ánimo. Si no tenés ganas de estar muy expuesto te quedás en tu casa o vas a comer a un lugar donde sabes que vas a estar tranquilo. A mí me gusta que la tele sea un trabajo, no que sea mi vida: es el momento del trabajo, después llego a casa, bajo la persiana, me quedo relajado con mi novia, comiendo y viendo Breaking Bad, haciendo la vida de cualquier ser humano normal.
- En cada respuesta se hace muy presente el humor. Incluso hacés bromas con cuestiones de tu peso, ¿nunca te llega a molestar?
- No, sinceramente no. Sé que no nací muy agraciado físicamente y el humor es la herramienta que me permitió todo en esta vida. De verdad soy una persona de muy buen humor, tengo mucha capacidad para reírme de mis defectos y de los defectos de los demás. A mí la gordura, usar anteojos, lo que sea estético, nunca me terminó de inhibir mucho. El humor es mi código, es mi idioma. Yo no puedo hablar mucho rato en serio, me cuesta mucho. Pero siempre lo viví como una cualidad.
- Más allá de lo estético, ¿te cuidás?
- Sí, trato de cuidarme por una cuestión de salud porque tengo mucho trabajo y porque tengo muchos proyectos a nivel personal. Entonces quiero tener mucha vida para vivirlo. La imagen no es un tema que a mí me afecte mucho.
"Tengo una novia de toda la vida, sanjuanina como yo. Llevamos 4 años juntos. El año que viene nos vamos a casar".
- Por otro lado, estás de novio, ¿qué se puede saber de ella?
- Es una novia de toda la vida, sanjuanina como yo. Llevamos 4 años juntos. Se dedica a otro rubro, que no tiene nada que ver con la tele. Y el año que viene nos vamos a casar. Estamos los dos muy contentos. Pero no voy a dar muchos más datos de la señorita, para resguardarla un poco.
- ¿O sea que el plus que da la fama no te ha permitido sumar conquistas?
- No, todo mi camino en el medio y en la actuación, desde el día uno, lo viví con ella y lo disfruté todo con ella. Estoy hecho un cursi con este tema de que me caso porque es una historia muy linda y estoy muy enamorado. Disfruté otros beneficios de la fama...