La noticia de que padecía Mal de Parkinson pudo haber sido un embate demasiado duro para Robin Williams (63), quien no quiso hacer pública la enfermedad degenerativa en vida. A días de su suicidio, Susan Schneider, la última esposa del actor, emitió un comunicado de prensa en el que develó algunos secretos para entender el estado en que se encontraba el querido artista.
Como la principal hipótesis que se realizaba como detonante de la decisión del artista de quitarse la vida, era su adicción al alcohol, su viuda aclaró: "La sobriedad de Robin estaba intacta y él mantenía una valiente batalla contra la depresión, la ansiedad y también con las primeras etapas del Mal de Parkinson, aunque aún no estaba listo para hacerlo público".
Por otra parte, la esposa de Robin Williams negó que la noticia de que padecía la misma enfermedad que su par Michael Fox haya estado vinculada al suicidio. Entonces, bregó: "Es nuestro anhelo que, a partir de la trágica muerte de Robin, otros como él encuentren la fuerza para buscar el cuidado y el apoyo que necesiten para enfrentar sus batallas, sean las que sean, y de este modo puedan sentir menos temor".