Robin Williams debió luchar por años contra el lado más oscuro de su vida: las drogas y el alcohol. Desde la década del 70' en adelante sufrió por su adicción a la cocaína que, según el mismo actor, había dejado atrás gracias al nacimiento de su primer hijo, alejándose de los excesos en 1983.
En 2003, tras 20 años "limpio", volvió a caer en las adicciones y recién en 2006 pudo recuperarse tras una estricta internación en un centro de rehabilitación.
"Estaba en un pequeño pueblo que no era el fin del mundo, pero se podía ver desde allí, y entonces solo pensé en beber. Bueno, tal vez beber ayudaría porque me sentía solo y asustado (...) Y fue la peor cosa en el mundo", señaló el actor en entrevista con The Guardian en 2010, en la que relató el momento de su recaída.
En 2009, no obstante, Williams se enfrentó con otro desafío que puso en riesgo su vida. Esta vez no se trataba de drogas ni alcohol, sino de una operación al corazón. "Te sientes realmente mortal", señaló tras la cirugía.
Además de los excesos y el revés en su salud cardíaca, lo aquejaban otros problemas: el exceso de trabajo. "En un período de dos años hice ocho películas. (...) Tienes la idea de que es mejor que sigas trabajando o de lo contrario la gente te olvidará. Y eso era peligroso. Y entonces te das cuenta que eso no ocurrirá en realidad, si te tomas un descanso la gente podría estar más interesada en ti. Ahora, después de la cirugía de corazón, voy a tomar las cosas con más calma", señaló en una entrevista.
En 2011 intentó dar un ejemplo de vida contra las sustancias adictivas, protagonizando uno de los capítulos de los documentales de Discovery Channel llamado Curiosity, en el episodio "Tu cuerpo contra las drogas".
En 2013, el actor regresó a la televisión con la serie The Crazy Ones, después de su exitoso paso en Mork & Mindy en los años 80. Pero el programa que protagonizó junto a Sarah Michelle Gellar fue cancelado por la cadena CBS con una sola temporada al aire. Su participación, aseguró, la aceptó para sanear los elevados costos de sus divorcios, que más las pensiones alimenticias sumaban más de US$30 millones.
El actor concluyó su matrimonio con Valerie Velardi en 1988 y tras casarse en 1989 con Marsha Garces, se divorció de ella en 2008. Este último matrimonio se terminó en gran medida por sus problemas de adicción.
Recientemente, en julio de 2014, el actor nuevamente se sometió a una rehabilitación como "medida preventiva", según argumentaba su entorno. Williams ingresó al Centro de Tratamiento de la Adicción Hazelden en Minnesota, indicó el medio TMZ, y se ubicó en una de las instalaciones llamada The Lodge, programa para mantener la sobriedad a largo plazo. "Después de tener numerosos proyectos sobre su espalda, Robin tomó la oportunidad de ponerse al día y centrarse en su compromiso continuo, del que se sigue sintiendo extremadamente orgulloso", señalaba en esos días su representante.
Tras varias semanas en el lugar, el actor volvió a su vida habitual junto a su última esposa, Susan Schneider, hasta su trágico final este 11 de agosto, a los 63 años.