El lunes último, Robin Williams fue encontrado muerto en su casa de Tiburon, en el norte de California, Estados Unidos. El actor tenía 63 años y según las primeras versiones el fallecimiento habría sido un suicidio por asfixia.
La causa apunta a una depresión severa que venía sufriendo desde hacía mucho tiempo y su constante lucha por sus adicciones al alcohol y las drogas, por lo que el mes pasado había ido a internarse a un centro de rehabilitación.
A poco de conocerse la noticia, su última (la tercera) esposa, Susan Schneider, dijo: "Esta mañana perdí a mi esposo y a mi mejor amigo mientras el mundo perdió a uno de los más amados artistas y hermosos seres humanos. Estoy con el corazón roto".
Pero uno de los mensajes más dolorosos fue escrito por su hija Zelda Rae Williams, quien prefirió utilizar una cita del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, escribió: "Tendrás las estrellas como nadie las tiene. En una de ellas estaré viviendo. En otra estaré riendo. Entonces será como si todas las estrellas estén riendo cuando mires al cielo por la noche. Tú y solo tú tendrás estrellas que pueden reír".
Pero luego usó sus propias palabras, desde su alma, para despedir a su padre: "Te quiero. Te echaré de menos. Intentaré seguir mirando hacia arriba".
pic.twitter.com/UEtjQ1f2zS — Zelda Williams (@zeldawilliams) agosto 12, 2014
Hace poco, Zelda cumplió 25 años y Robin la había felicitado en su cuenta de Instagram –el cual fue su último mensaje: "¡Feliz cumpleaños señorita Zelda Rae Williams! Un cuarto de siglo hoy pero para siempre mi bebé. Te amo Zelda Williams!".