"¡Qué buen cumpleaños! Era probable que me encuentre con Diego... Estamos reconciliados", dijo Rocío, horas antes.
Esta historia tiene más giros sorpresivos que cualquier novela romántica de la tarde y le hace honor a aquella frase que asegura que la realidad supera cualquier ficción. Después de mil y una vueltas entre Diego Maradona y Verónica Ojeda, por un lado, y Diego Maradona y Rocío Oliva, por el otro, presenciamos una doble bomba en apenas ocho horas.
Oliva pateó el tablero desde Brasil donde contó por televisión que festejó su cumpleaños junto al Diez y anunció su impensada reconciliación, luego del pedido de captura internacional solicitado por el técnico contra su ¿ex? “¡Qué buen cumpleaños! Era probable que me encuentre con Diego... Estamos reconciliados”, aseguró la joven.
Horas más tarde, Maradona arribó a la Argentina y lo primero que hizo fue… ir a la casa de Verónica. La cámara de Intrusos registró las imágenes del Diez, que llegó acompañado por su abogado Víctor Stinfale. El técnico se mostró de muy buen humor con toda la prensa presente en el hogar de Ojeda, en la localidad de Ezeiza.
"Estoy feliz, miren qué lindo que es mi hijo", exclamó Diego, en la casa de Verónica.
Por si fuera poco, Diego posó en la puerta de su casa junto a Verónica y Dieguito Fernando, el hijo que tuvieron cuando ¿eran? pareja. “Estoy feliz, miren qué lindo que es mi hijo”, dijo el Diez con el pequeño de un año y cuatro meses en brazos.
Para agregar aún más desconcierto, mientras Oliva anunciaba con pompas su reconciliación, la policía irrumpía en su casa de Bella Vista, según informó el diario Muy. Efectivos del Juzgado Civil y Comercial Nº 3 de San Martín fueron a efectuar un mandamiento de constatación para determinar quiénes ocupan la propiedad de Maradona, tras el pedido de desalojo. Cómo seguirá esta novela, ni Dios sabe…