La distancia y el enojo caracterizan la relación entre Santiago Bal (78) y Julieta Bal (36), ya que nunca tuvieron un vínculo de padre e hija convencional. Hoy, la realidad es dura y el delicado cuadro médico del actor hizo que Julieta deje atrás algunos reclamos y se acerque al Instituto Médico de Alta Complejidad a verlo.
"Nunca dije que yo no quería a mi papá, yo decía lo que él sentía por mí. Yo jamás puse en duda mi amor hacia a él", dijo Julieta.
Bal está internado desde hace diez días con afección pulmonar, pero desde el jueves está en coma farmacológico con respiración asistida.
Ante la gravedad del caso, su hija tomó fuerzas y habló del tema en Intrusos: "Soy diferente a mi familia, yo tengo esperanzas siempre. Cuando yo nací a mi papá le dieron 6 meses de vida y hace 36 años que mi papá vive, con muchas dificultades. Para mí la esperanza es lo último que se pierde en la vida. Necesito que mi papá esté bien. Nunca dije que yo no quería a mi papá, yo decía lo que él sentía por mí. Yo jamás puse en duda mi amor hacia a él", relató con la voz quebrada.
"Lo único que quiero es que mi papá se ponga bien. Rezo por eso y creo en Dios. Ayer fui por primera vez a verlo y ahora voy a volver".
Aferrada a la fe, Julieta aseguró que hará todo lo que esté a su alcance para que su padre esté mejor: "Lo único que quiero es que mi papá se ponga bien. Rezo por eso y creo en Dios. Ayer fui por primera vez a verlo y ahora voy a volver. Voy a hacer todo lo que necesite para sentirme bien yo. Sé que mi papá sabe que yo estoy ahí, más allá de que los médicos me decían ayer que mi papá no me escucha. Yo voy, hablo con él y es mi momento", finalizó.
¡Fuerza!