Con la astucia de haber realizado un curso acelerado en manejo de los medios, Rocío Oliva se lució en su máximo esplendor esta tarde en el móvil que dio para El Diario de Mariana. La cronista estrella del programa de El Trece regresó luego de su misteriosa ausencia de la pantalla, y a regañadientes lo justificó con el laaargo encuentro íntimo que mantuvo con Diego Maradona.
Una vez más se hizo desear y su ingreso a escena fue al mejor estilo Baywatch, corriendo (¡casi una cuadra!) en bikini arriba y short abajo, sobre la arena con su esbelto cuerpo mojado por el agua del mar carioca. Cuando llegó la hora de explicarse, la joven soltó lacónica: "Me fui a mirar el partido con alguien".
A las 5 de la madrugada del miércoles, Rocío recibió un mensaje de texto de Diego: "Te estoy esperando". Ante la pregunta de Mariana sobre si vio el programa que la tiene contratada, bromeó: "No, la verdad que no. Vimos los goles de Argentina. Estaba durmiendo… La verdad que no sé porque el día se me pasó como rápido ayer. Pero no vimos el partido, vimos los goles", sentenció con seriedad.
"No quedamos en vernos de nuevo, pero estoy contenta. Obvio", reveló Oliva lacónica. Por eso, Mariana Fabbiani dejó escapar algo de su fastidio, con humor: "Vemos que no querés hablar, podemos darnos cuenta de eso... ¡se ríe!". Minutos después, la rubia contó: "Hubo palabras de amor, fue muy lindo todo. Pero no voy a decir nada… Después de todas las cosas que nos dijimos, no vamos a volver. No sé si esto fue una despedida… Obvio que me gustó. Es difícil separarse de golpe cuando hay tanto amor".
Al promediar la entrevista, que se tornaba televisivamente insoportable de sobrellevar entre el delay técnico y las evasivas de Rocío Oliva, la conductora sugirió con picardía: "¿Y si cambian el auricular? Porque por una extraña razón, una escucha (Noelia, la movilera) y la otra (Rocío), no". Tras un nuevo gesto desconcertante de la ¿ex? de Maradona, haciéndose la que no entendía lo que pasaba, Mariana se lamentó con gracia: "¿¡Para qué hablé!? Estaría con unos problemitas de ansiedad, no sé ustedes...".
En el colmo de los colmos, tras cambiar el auricular y maravillarse por la calidad del sonido que ahora sí oía, ocurrió lo impensado. En el momento que el psicólogo Eduardo Chacktura le contaba que muchísimas mujeres le reprochaban que volviera con Diego luego de haberlo denunciado por violencia de género, Rocío volvió a pedir socorro por los inconvenientes de comunicación que le atribuía a la tecnología: "Ayudame por favor". Incrédula, la notera tuvo una solución elegante: "Vamos a ver Mariana si podemos llamar de nuevo, porque es difícil escuchar".
A pesar de todo, la entrevista siguió con cierta normalidad. Si se le puede decir "normalidad"...