Esta mañana, María Eugenia Ritó volvió a tener cara a cara a su ex marido, Marcelo Salinas. La cita fue ante la Justicia, en la primera audiencia de conciliación sobre alimentos y obra social.
"Felizmente terminamos, firmamos un divorcio de común acuerdo. Eugenia no va a llorar más", amplió Ana Rosenfeld, abogada de Ritó.
La relación terminó en malos términos, arrastrando una fuerte polémica, ya que la bailarina señaló en varias oportunidades que mucho de su padecer y su recaída en las adicciones tuvo con ver con su quiebre sentimental. "Yo estuve como estuve porque él formó parte de esto. A mí me agarró una depresión, me abandonó como si yo fuese una cosa", había contado, meses atrás, en nota con Intrusos.
El tiempo pasó y este martes 10 de junio se volvieron a cruzar. "Llegó el día. Estoy en Tribunales con mi abogada. Sólo espero que todo termine bien", dijo en Twitter antes de ingresar a Tribunales.
En la misma línea, habló ante el micrófono del programa de Jorge Rial: "No paga nada, hasta me cortó el teléfono. No paga los alimentos, no me paga la internación. Vamos a ver qué dice el Juez".
Al salir de la sede judicial, María Eugenia se mostró más calma y feliz, tras lograr un buen acuerdo con su ex: "Terminó la audiencia. Me la pasé llorando. Me abracé con Marcelo S., le pedí que no nos lastimáramos más. Estoy entre triste y sensible".
"Felizmente terminamos, firmamos un divorcio de común acuerdo. Eugenia no va a llorar más", amplió Ana Rosenfeld, abogada de Ritó.
El testimonio de Salinas también se hizo escuchar: señaló que se llegó a un acuerdo legal y que lo pone feliz ver a su ex recuperándose: "Por suerte, muy bien. Lo importante son dos cosas: primero, que Eugenia se está recuperando muy bien y estoy muy contento por eso. Y segundo, el divorcio creo que está arreglado y las cosas van a ir bien para todos. Lo importante que es que ella está bien y está poniendo empeño para mejorar".
Todo parece llegar a buen puerto.