"Diego siempre quiere tenerte agarrada de algo. Pero en mi caso no tiene con qué, porque a mí me sobra dignidad", aseguró la botinera.
En febrero pasado, celebraron su compromiso con todas las pompas. Diego Maradona (53) y Rocío Oliva realizaron un fastuoso festejo en un hotel de lujo de Roma junto a la familia de la joven, de 23 años.
Pero la felicidad duró poco. Tan sólo 15 días más tarde, la botinera regresó al país y se separó del técnico de fútbol. Desde entonces, los escándalos se apilan de a montones.
El Diez le pidió a Oliva que le devolviera diversos objetos de valor (la costosa alianza de compromiso, aritos y otros bienes) y hasta le envió una carta documento para que abandone inmediatamente la casa que habita en Bella Vista, a nombre de Maradona.
"¿Me persigue por una casa? Se la doy, pero soy dueña de mi vida. Con cada mujer que tuvo actuó como si fuera de su propiedad", se diferenció de Villafañe y Ojeda.
En medio de la puja judicial, Oliva realizó una producción de fotos para la revista y abrió por primera vez las puertas de la casa del escándalo. “Sé que a Diego no le va a gustar que cuente todo, pero ya no me importa”, comenzó, bien picante. “Diego siempre quiere tener las cosas aseguradas, tenerte agarrada de algo. Pero en mi caso no tiene con qué, porque a mí me sobra dignidad”, aseguró la botinera.
“Yo no soy propiedad de Diego. ¿Me persigue por una casa? Se la doy, pero soy dueña de mi vida. Con cada mujer que tuvo actuó como si fuera de su propiedad”, se diferenció Rocío de Claudia Villafañe y Verónica Ojeda.
Reconocida hincha de River, Oliva aprovechó la sesión de fotos para celebrar el campeonato conseguido por el club de sus amores. Vestida como una “millonaria” hot, mostró sus atributos y se animó a jugar sensual frente a la lente del fotógrafo.