Solita: “¿Cómo puede ser que no estudies con las posibilidades que tenés?".
No hicieron falta varias galas para que al fin explote la pista de ShowMatch y no por buenos bailes (que ya los hubo) sino por un nuevo escándalo. Los que recibieron varios golpazos del jurado e intentaron esquivarlos fueron Matías Alé y su novia Sabrina Ravelli.
Las devoluciones empezaron con una Nacha Guevara afiladísima, que sacó a relucir una anécdota de un almuerzo de Alé en lo de sus suegros. “No se nota que estás acá hace seis años. Me parece que estás comiendo demasiado canelones, porque estás duro, pesado, con poca movilidad”, le dijo la jurado. Alé y Ravelli salieron a la defensa, hasta que una cosa llevó a la otra y todo terminó en escándalo.
Nacha le dijo: “Hay gente que se levanta a las seis de la mañana, espera el colectivo y no se hacen las víctimas. Un poquito de dignidad y estoicismo, ¡por favor!”. Alé respondió: "Prefiero ganarme un cálido recuerdo de mis compañeros, a veces es insufrible trabajar con ustedes...".
Luego del 5 de Nacha, Soledad Silveyra tomó la posta y no fue mucho más condescendiente. “Hace seis años que estás en el Bailando. ¿Cómo puede ser que no estudies con las posibilidades que tenés? Tuviste seis años dentro del Bailando. Yo no te estoy provocando, nosotros damos nuestra opinión. Saltabas como un pochoclo en la sartén. Hay que mejorar y mucho, Matías. Tenés que trabajar y estudiar duro. ¡Lo tenés que hacer!”, le pidió la actriz con mucha vehemencia.
En medio del intenso cruce (con Alé intentando defenderse, sin éxito), Guevara volvió al ruedo. “Hay gente que se levanta a las seis de la mañana, esperan el colectivo rezando que no los asalten y no se hacen las víctimas. Un poquito de dignidad y estoicismo, ¡por favor!”, recriminó. Alé respondió: "Prefiero ganarme un cálido recuerdo de mis compañeros en los lugares donde trabajo, y no solamente arriba de un escenario, que a veces es insufrible trabajar con ustedes...".
Como frutilla del postre (agrio), llegó la lengua karateca de Moria Casán, esta vez para Ravelli. “¡En el teatro le sacaste el lugar a una chica que se lo merecía dignamente!”, acusó, por Dallys Ferreira, quien tenía ese papel en Sé infiel y no mires con quién.
¡Tremendo!