"La edad o el tiempo te van desmalezando pensamientos y sabés por dónde ir… O sentís qué es lo que te va a identificar más. Crecer es no aflojarle a eso".
Celeste Cid recibe a Ciudad.com y, casi sin quererlo, invierte el rol, posterga su habla para escuchar al otro. Curiosa, con un tono sereno, calmo, es ella quien hace la primera pregunta: “¿Te gustó la película?”, indaga, y sonríe al advertir una respuesta positiva. "¿En serio te gustó? Qué bueno…”, destaca, al tiempo que el hielo de la antesala de cualquier entrevista se hace trizas a la par de su cálida voz.
Cid protagoniza Aire libre junto a Leonardo Sbaraglia. Se trata de la nueva película de la directora Anahí Berneri (Un año sin amor), con fecha de estreno para el 22 de mayo.
El film cuenta la historia de una pareja que, atravesando una fuerte crisis, decide mudarse a una casa en un country que será reconstruida con sus propias manos, canalizando la pasión de ambos por la arquitectura. El amor en la adultez, los espacios propios y compartidos, y la omisión del conflicto son algunos de los temas que aborda con mucho intimismo.
- En la película tu personaje y el de Sbaraglia evitan hablar seriamente de la crisis, pero en ciertos pasajes expresan su malestar, al pasar. Lo que no hay es escucha.
- Sí, hay como mucho de mirarse al ombligo y ver más el dolor propio que el ajeno. La manera que tienen de dialogar es pasándose factura pero no hay un momento en el que ellos se sientan a reflexionar de lo que les pasa, de cómo hacer. Está como pasado por alto, de evitar ese momento porque el momento de sentarse es el de definir y saber que eso no va a funcionar. Están escapando a eso que creo que saben que va a suceder. Están peleando con algo que se les viene encima, pero que saben que no va a tener un final muy alegre.
"Para mí es muy importante tener un espacio donde desarrollarse y crecer, y eso va de la mano con la pareja, no creo que sea al revés. ¿Cómo estoy con Chano? ¡Muy bien!".
- Está tratado el tema del espacio, de modo literal con la construcción de un hogar, y metafórico, sobre los lugares que cada uno busca por fuera de la pareja. ¿Cómo buscás vos tus espacios en tu vida cotidiana?
- A veces cuando trabajás muchas horas, como nos pasa a todos los que trabajamos, es difícil congeniar esto de llegar a tu casa, cocinar, hacer las tareas domésticas, aunque yo muero igual por ir ahora, ponerme a cocinar y hacer todo eso. Lo necesito. Para mí es muy importante tener un espacio donde desarrollarse y crecer, y eso va de la mano con la pareja, no creo que sea al revés. Es estar bien uno para poder aportar a la pareja. Pero sí, haciendo una similitud con la película, lo que pasaba en ese caso era que no tienen ese espacio individual tan claro. Uno está demasiado pendiente del otro hasta que necesitan fugarse de ese vínculo.
- ¿Qué es crecer para vos?
- Crecer tiene que ver con parecerse más a lo que uno es y quiere llegar a ser, como poner metas. Yo no funcionaba mucho así pero en el último tiempo como que empiezo a proyectarme. O también la edad o el tiempo te va desmalezando pensamientos y sabés por dónde ir… O sentís qué es lo que te va a identificar más. Crecer es no aflojarle a eso.
"Para mí es muy importante tener un espacio donde desarrollarse y crecer, y eso va de la mano con la pareja".
- ¿Cuánto de la persona se puede meter en el personaje?
- No sé si estoy tan de acuerdo con el hermetismo. O no sé si ese total hermetismo favorece o desfavorece. Pero sí, cuando ves que hay una persona que se antepone a un personaje es una cagada porque te das cuenta que estás viendo lo erróneo. Ahora estoy leyendo un libro que es una entrevista de una periodista en su juventud a Marguerite Duras, mi escritora favorita, y habla de su vida, de cómo ella escribía, con la luz, su vaso de whisky, sus hijos corriendo, las plantas, el olor a comida entrando. Habla de cuáles eran sus creencias de política y de repente sabés que en ese momento estaba escribiendo Un dique contra el pacífico y empezás a entender por qué su escritura estaba invadida de ciertas cosas. Eso termina de armar una atmosfera por encima del libro.
- Lo feo es cuando se exponen cosas negativas, que influyen en la imagen que el lector o televidente tiene de la persona que hace arte.
- Yo creo que hay ciertas cosas que no está mal exponer. No sé si tampoco está bien, pero sé que no está mal. Cuando ya eso empieza a interferir en lo que es el trabajo en sí, no está bueno.
- ¿Con Chano cómo están?
- ¡Muy bien! ¿Y vos con tu marido? (risas).