La muerte de Norma Pons, a sus joviales 70 años, tomó por sorpresa a sus seres queridos, al público y a sus colegas. La querida actriz se encontraba en el mejor momento de su carrera, brillando sobre el escenario con La Casa de Bernarda Alba, y a punto de debutar en la pista del Bailando.
El martes por la tarde, horas después de que su hermana Mimí la encontrara sin vida en su departamento, se dio inicio al velatorio de la artista en la Legislatura Porteña. Una decisión que reconfortó a su familia ya que el público también podría despedirla.
Muchos amigos y colegas se acercaron al lugar para rendirle homenaje. Entre ellos, sus compañeras de elenco en el teatro, que se mostraron desconsoladas: Florencia Raggi, Martina Gusmán, Florencia Torrente, Andrea Bonelli, Valentina Bassi, Mimí Ardú, Adriana Aizemberg, Lucrecia Blanco y Mimí Ardú no ocultaron su dolor y congoja.
Su amiga Moria Casán tampoco quiso faltar al velorio y antes de ir a cumplir su deber como jurado de ShowMatch (donde Marcelo Tinelli también le rindió homenaje), dijo presente en la Legislatura para el último adiós. Muy acongojada, su hija Sofía Gala también se acercó al lugar.
José María Muscari, quien la dirigía en Bernarda Alba y ya lo había hecho en Cash y 8 Mujeres, fue uno de los primeros en llegar al velorio junto al productor Javier Faroni. Julieta Bal, Silvia Pérez, Amelita Vargas, Silvio Soldán, Adriana Aguirre y María Fiorentino, entre otros colegas, también se acercaron a despedirla.
Todos lamentaron la repentina partida una gran artista.