Antes de siquiera dar un paso en la pista de Bailando 2014, la dupla que forman Matías Alé y Sabrina Ravelli tuvo su primer desplante al aire. La pareja que pronto formalizará su amor con todas las de la ley se indignó cuando en Este es el Show mostaron un informe con todos los desencuentros amorosos que tuvo el histórico participante de los certámenes de Ideas del Sur.
Después de ver los escándalos del empedernido galán con Graciela Alfano, Silvina Escudero, Floppy Tesouro, etcétera, la morocha puso un gesto adusto y protestó sin disimulo: "Es la primera vez que vengo y me reciben así… Entre Matilda (Blanco) que me hizo mier… (por su vestido) y ahora veo todos los besos por los que pasaste vos, todas las minas… Es como un poquito fuerte". La primera reacción de Matías fue remarcar que todo lo visto formaba parte de su pasado, pero luego adoptó una actitud más protectora: "¿Querés que nos vayamos, Sabri? Este es un programa en el cual uno tiene que venir y sentirse cómodo… No estoy en el Bailando ahora", disparó.
Cuando José María Listorti intentó calmar los ánimos con humor, celebrando el presente de la pareja, tanto Sabrina como Matías se plantaron con rigor. "Yo sé que él tuvo su pasado, yo también tuve el mío. El lo hizo televisivo, no me importa. Yo también tuve parejas públicas. Pero no andamos mirando todos esos videos", arremetió Ravelli.
Al final, Matías Alé perdió la paciencia: "Ya la pasé mal muchísimas veces en este programa, también la pasé bien. Como en este momento no estoy haciendo nada malo, no tengo por qué sentirme así, mi pareja tampoco. Les pido mil disculpas, me voy a parar y voy a volver la semana que viene… Muchas veces me sentí incómodo y permití que la incomodidad continuara, pero por las cosas que había hecho. Hoy no hice nada, vine por primera vez con mi pareja a este programa a hablar de un presente, no de un pasado eterno. Elegimos irnos, sin enojo. Sólo ponemos un punto".
Así de unidos, Matías Alé y Sabrina Ravelli protegieron su vínculo para que trascienda el reality y se consolide en el altar. Pero el escandalete al aire estaba consumado.