Mientras todos tratan de desentrañar las razones que llevaron a Fabián Rodríguez, marido de Nazarena Vélez, a tomar la trágica decisión de quitarse la vida una semana atrás, Gente publica en su última edición una extensa entrevista a su madre, María Inés González Bollini (73).
"Quiero aclarar algo: no creo que sea culpa de Nazarena. Porque te dejen, o se termine una relación, no te vas a matar".
La mujer, radicada en Miami, habló en Estados Unidos con la revista y reveló que la última charla telefónica que mantuvo con su hijo tuvo lugar el día anterior del suicidio, la noche del domingo: “Lo noté muy triste; tenía la voz como quebrada. Le dije “Fabián, ¿por qué no solucionás el tema con Nazarena? Pensá en la familia, en los hijos”. Y ahí me dio mucha tristeza a mí, porque me dijo: ‘Mamá, me maltrata mucho. Yo me tengo que dar la oportunidad de algo mejor’”.
Pero María Inés aclaró que no culpa a nadie por la muerte de Fabián: “Le noté una tristeza muy profunda, eso que las madres podemos advertir. De todas maneras, quiero aclarar algo: no creo que sea culpa de Nazarena. Porque te dejen, o se termine una relación, no te vas a matar. Eso que quede claro. No culpo a nadie, no hay culpables. Nunca sabremos qué pasó por su cabeza”.
Sobre el vínculo de Rodríguez y Naza, aseguró: “Estaba muy enamorado de ella. De todas maneras, pienso que algo malo tenía él, porque nadie se mata por amor. Además, hubiera peleado un poco más, no sé... Me dio la sensación de que se sintió desvalorizado. Fabián la atendía en forma permanente, en sus menores deseos, y ante el desprecio se puso muy mal. No sé qué le pasó, pero él no está”.
"El gran temor de él –porque en un momento me pidió: ‘Mamá, no la llames’– era la lengua de Nazarena. Tenía mucho miedo a la exposición pública, a los periodistas, lo que pudieran decir de él, lo que ella pudiera decir".
Además de revelar que su hijo le había prometido instalarse en Miami unos meses por la crisis con Vélez, la mujer aseguró: “Pero el gran temor de él –porque en un momento me pidió: ‘Mamá, no la llames’– era la lengua de Nazarena. Tenía mucho miedo a la exposición pública, a los periodistas, lo que pudieran decir de él, lo que ella pudiera decir. Lo agarró con las defensas bajas, con una hija de 20 años (Camila, que estudia abogacía), otro hijo de 19 (Lucas, un fuera de serie: el viernes fue a buscar a Thiago para llevarlo al colegio) y Thiago, que es un sol, es todo futuro. Tuvo temor, miedo de este escandalete que al final se armó lo mismo”.
La crisis de pareja de su hijo era un hecho: “Ella quería terminar la relación, y es justo, tenía su derecho. Era mi hijo el que estaba mal... Por eso digo que no hay que buscar la culpa en ella. A lo mejor no fue la forma de terminar, pero cada uno tiene su manera de ser. Ellos se llevaban muy bien, los veía muy felices... Pensé que era la mujer definitiva. Pero nosotros no pertenecemos a una familia de artistas (…) Por mi observación –no sólo por Nazarena, sino por muchos otros–, al artista le cuesta bajarse del escenario... Porque no siempre se lo aplaude, y cree que siempre hay que aplaudirlo”.
"Ellos querían que Nazarena fuera la primera, pero no daba tanta plata. Él no le decía nada, para no preocuparla. La cuidaba mucho, la quería mucho".
María Inés contó que no habla con Nazarena desde noviembre, cuando la visitó en Miami, y también ahondó en los problemas financieros de su hijo: “No creo que hayan tenido problemas de ese tipo. Ellos se compraron una casa, y no sé si estaban en condiciones. Pero no me podía meter en eso. Yo hablé con Fabián en noviembre sobre cómo iba la obra de teatro. Me dijo: 'Mamá, no se gana tanto. Tengo actores muy buenos y hay que pagarles muy bien'. Le pregunté: “¿Y cuál es el negocio?”. 'Mamá, una actriz tiene que llegar de cualquier manera. Le gusta ser la primera'. Ahí estuvo verdaderamente el problema. Ellos querían que Nazarena fuera la primera, pero no daba tanta plata. Él no le decía nada para no preocuparla. La cuidaba mucho, la quería mucho. Dios quiera que sí, pero dudo que Nazarena encuentre otro hombre que la ame tanto como mi hijo”.