Hace años que Jonatan Viale (28) trabaja en los medios, pero desde que se sumó a Intratables, el periodista se convirtió en uno de los referentes del programa de Santiago del Moro. El giro a temáticas de actualidad que dio el ciclo de América, le permitió al politólogo egresado de la Universidad de Belgrano afianzarse rápidamente como una palabra objetiva y autorizada en medio de los acalorados debates que surgen todas las noches.
"Con Micaela (33) me llevo muy bien. Hace un año que estamos juntos y hace poquito compartimos un departamento en Palermo. Lo que pasa es que como ella es productora de TV, entiende las reglas del juego. Sabe que en la semana se hace complicado, pero que los fines de semana estamos juntos. Está todo bien. Aunque confieso que soy bastante celoso".
-¿Te sorprende haber resultado electo el panelista favorito de Intratables en la encuesta de Ciudad.com? Teniendo en cuenta que tenés un perfil periodístico más moderado y competías con personajes más mediáticos como Franco Torchia o Diego Brancatelli…
-Mandé a todos mis fans a votar, tengo los micros de gente esperándome, ja, ja. La verdad, mis compañeros son todos grandes panelistas, podría haber ganado cualquiera. Pero sí, me sorprende, me pone muy contento. Me alegra mucho y es cierto, no lo había pensado así, que en un sitio que debe tener un público más farandulero, voten por un periodista político, está bueno. Habla de que hay algún cambio en el público, que no vota a los extremos.
-¿Sos consciente de que cuando intervenís en Intratables tu voz suena como la de un analista neutral, una suerte de árbitro que objetivamente media entre las tensiones del resto de los participantes?
-No es la idea, pero está bueno. Mi intención es darle más profundidad a la noticia que se trate en el momento, no pretendo hacer una reflexión científica por el hecho de ser politólogo. Pero si puedo agregar información, datos duros, y con algo de contenido académico, mejor. Si puede pasar eso en momentos en que la televisión está frívola, liviana, superficial, hedonista, genial. Si además pasa en Intratables, que es un programa popular, mucho mejor. Los debates que se dan en el programa son muy ricos, porque hay personas que son oficialistas y otros opositores, o que se identifican más de izquierda o bien de derecha. En ese contexto, trato de tomar distancia para darle claridad a las polémicas. Cada uno tiene derecho a opinar como quiera, estamos grandes.
"Me gusta que me identifiquen con mi viejo, porque la realidad es que también me sirvió para entrar en los medios en su momento, no soy hipócrita".
-Si bien tomaste el apellido artístico de tu papá, Mauro Viale, en vez de Goldfarb, como dice tu DNI, te posicionaste con una actitud diametralmente opuesta a la de él. ¿Cómo manejás esa tensión de similitud y diferencia?
-Yo retomé el apellido artístico Viale por una cuestión de amor y admiración, una simplificación laboral. Son varias razones. Encuentro en Mauro un modelo periodístico y muchas otras cosas que no quiero copiar. Algo parecido a lo que me pasa con mi mamá o mi hermana, porque somos una familia muy unida. Me gusta que me identifiquen con mi viejo, porque la realidad es que también me sirvió para entrar en los medios en su momento, no soy hipócrita.
-De chico te tocó disfrutar de lo bueno y padecer lo malo de ser el hijo de Mauro Viale… ¿Es verdad que aprendiste a pelear con tantos conflictos en la escuela?
-Puede que se confundan por mi perfil solemne y crean que soy una suerte de nerd, pero toda mi vida hice taekwondo, natación y jugué al fútbol, incluso jugué en River Plate. En los 90, mi viejo estaba en primerísimo primer plano con 22 puntos de rating en América, en pleno auge del caso Coppola, mis compañeros del colegio eran crueles y yo defendía el honor de la familia, ja, ja. Yo sé que está mal, pero en ese momento, terminaba a las trompadas… dos o tres veces por semana. Ahora hace mucho que no me agarro, por suerte me tratan con mucho respeto. Sigo siendo bastante calentón y digo por suerte no por mí, sino por los demás.
-Sos más bien colorado y bastante más bajo que tu papá. ¿Saliste a tu mamá Leonor?
-(Risas) ¡Esa es una apreciación terrible! La naturaleza me cagó… Yo soy un tipo normal, mi papá es el problema, que mide 1.90 metros. Pero es verdad, salí más a mi mamá y a mi hermana. Y por suerte nunca me estigmatizaron por el hecho de ser colorado, sería una idiotez total. La superstición y boludeces como que los colorados traen mala suerte, hay que desterrarlas, si no vamos a seguir siendo un país intelectualmente pobre.
"¿Incursionar en política? En unos años veré. En este momento no me siento identificado con ningún espacio partidario, habría que ver el contexto de la eventual propuesta. Me gustaría, amo la política y creo que es la herramienta para transformar al país. No se cambia un país opinando desde la tele, con frases lindas".
-Estás en pareja con Micaela (33). ¿Cómo haces para mantener la convivencia con ella, estando muchísimas horas en el canal?
-Con Micaela (33) me llevo muy bien. Hace un año que estamos juntos y compartimos un departamento en Palermo hace poquito. Lo que pasa es que como ella es productora de televisión, entiende las reglas del juego. Estamos en una etapa de mucho afecto y contención mutua. Ella sabe que en la semana se hace complicado, pero que los fines de semana estamos juntos. Está todo bien. Aunque confieso que soy bastante celoso. Lo que me pasa ahora es un momento de posicionamiento profesional, que como toda etapa terminará y podré elegir en qué programas salir al aire. Estoy en pleno crecimiento.
-¿Qué hacés para distenderte de tantas presiones?
-Siempre vamos al cine con mi novia, vemos muchas series juntos. Soy fanático de River, voy siempre a la cancha con mi amigo Facundo Pastor, aunque últimamente eso me suma tensión más que relajarme, ja, ja. También nos reunimos a comer con mi familia, visito a mi sobrino, que tiene 5 años y es hermoso, o vamos a la casa de la familia de mi novia. A veces salgo a bailar con mis amigos o me juego algún que otro picado.
-¿Tenés como objetivo formar tu propia familia? ¿O por ahora sólo apuntás a lo profesional?
-Obvio, como toda persona mi deseo es casarme, tener hijos. Me imagino con una linda familia. En cuanto a lo profesional, aspiro a tener mi propio programa de periodismo político en la tele, de acá a 5 o 10 años. Ojalá que Intratables se convierta en un boom, en un ciclo que marque época. Por qué no tener mi programa de radio, quizás. Obvio que también me interesa perfeccionarme a nivel académico, completando el máster al cual me anoté, hacer la maestría en ciencia política, que es una asignatura pendiente. Tal vez también hacer algún curso afuera, ir a la Universidad de Salamanca…
-Como periodista y politólogo, ¿recibiste propuestas para ser candidato o trabajar para partidos políticos?
-Ahora me quiero dedicar al periodismo, es lo que disfruto hacer, en unos años veré. En este momento tampoco me siento identificado con ningún espacio político, habría que ver el contexto de la eventual propuesta. La verdad es que sí, me gustaría, amo la política y creo que es la herramienta para transformar al país. No se cambia un país opinando desde la televisión, con frases lindas. Creo que tiene que haber una renovación dirigencia, pero real.