“Te pueden tratar de galán pero un actor se hace leyendo, no haciendo abdominales”, confiesa Victorio D´Alessandro (28).
"Estoy muy agradecido a ese público joven porque está siempre. Por otro lado creo que el agua estancada se pudre y hay que dar vuelta el vaso y empezar a llenarlo de nuevo".
El actor de Los locos Grimaldi, que pasó por el elenco de Los únicos, Mis amigos de siempre y Casi Angeles, y que en teatro hasta hizo una obra sobre Hipólito Yrigoyen, habló sobre cómo encara su carrera en una entrevista con la .
Pero nada fue de un día para el otro. Antes de meterse de lleno en la actuación, D'Alessandro estudió abogacía y jugó al fútbol. “Había empezado en Atlanta, tuve un paso por Argentinos Juniors, estuve en Vélez a prueba y terminé en Excursionistas. Me gustaba, pero no le puse lo que le tendría que haber puesto”, comenta sobre su carrera fallida de deportista.
Bien plantado, sabe lo que quiere y de qué modo conseguirlo. “Te pueden tratar de galán pero un actor se hace leyendo, no haciendo abdominales. Lo demás es construcción, producto. Yo aprendo mucho con la práctica y hacer el tipo de teatro de Los locos Grimaldi me aporta”, confiesa. Y agrega: “En el medio como en la vida hay gente que vive quedando bien. Y bueno, cada uno elige cómo llevar su vida. Yo por un laburo o por lobby no voy ser alguien que no soy”.
A la hora de elegir la televisión y el teatro, hace una diferencia: “El aplauso en teatro es único, pero la tele también me da dado mucho. En lo personal el teatro me parece más desafiante y eso me gusta”.
D'Alessandro se ganó el cariño de los fans teens de Casi Angeles, y si bien no reniega de eso, tiene en claro que no lo elige para siempre, que hay que renovarse y crecer. “Estoy muy agradecido a ese público joven porque está siempre. Por otro lado, creo que el agua estancada se pudre y hay que dar vuelta el vaso y empezar a llenarlo de nuevo: demostrar que uno tiene la capacidad de habitar distintos universos dramáticos”.
A sus 28 años, el actor está plantado y con toda una carrera por delante, con pasos firmes. Eso sí, de su situación sentimental prefiere no hablar: “Suena trillado pero la verdad es que no me gusta contar mucho de mi vida privada”.