Rachel Frederickson se consagró como la gran ganadora de Biggest Loser, un reality show muy similar al ciclo Cuestión de peso. Pero el resultado en el público no fue el esperado ya que las críticas llegaron como un tsunami.
La joven de 24 años entró al programa pesando 118 kilos y, en sólo 16 semanas de duración del reality, bajó 71 kilos. Por lo que ahora su peso es de 47, un dato bastante alarmante por cierto.
Así, logró perder casi el 60 por ciento de su peso original y su índice de masa corporal está por debajo del recomendado para su altura, 1,62 metros.
Rachel contó en el programa que siempre fue una gran deportista, hasta que decidió abandonar la universidad para seguir a su novio en un viaje por Europa. Cuando la relación terminó, ella quedó muy mal y cayó en una profunda depresión. Y a partir de allí aumentó de peso sin parar.
Mientras la polémica ya se instaló, ella parece estar feliz con su nueva -casi raquítica- silueta, y también celebra que se llevó un premio en efectivo de nada menos que 250 mil dólares.
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