"Ingerí anfetaminas durante 10 años, hasta tuve alucinaciones y cosas así raras. Fue muy complicado, me despertaba y gritaba y mi mamá me tenía que abrazar. Un día me desperté y sentía que me moría. Me sentía una basura y estaba convencida que me iba a morir. Me dormí con esa sensación y con alucinaciones, porque me había tomado como 5 pastillas, una estupidez".
La impactante visita de María Eugenia Ritó (37) a Intrusos de este lunes disparó todo tipo de comentarios. Famosos y anónimos quedaron sorprendidos y conmovidos tras las fuertes declaraciones de la vedette.
Nazarena Vélez (39) fue una de las que habló sobre las declaraciones de su colega y también recordó su adicción a las anfetaminas.
Allá por 2009, la actriz estaba por estrenar junto a Moria Casán en la obra What pass?, producida por Luciano Garbellano, que por entonces era su pareja, y sufría un grave problema con las pastillas para adelgazar.
Nazarena revivió las imágenes de aquél verano, y recordó: "Me di mucha pena al verme así, me angustié muchísimo. Me llevaste a ese momento. Estaba recontra medicada, tenía que medir todas mis palabras, porque no sabía qué iba a decir. Fue súper complicado, veía a mi mamá muy mal, a Barbie (su hija mayor, hoy de 20 años) muy mal. Mi papá había dejado de trabajar para cuidar a Gonzalo (su hijo con Daniel Agostini) que era muy chiquito".
La actriz y productora agregó: "La época de la abstinencia de las anfetaminas es muy parecida a la parte residual de la cocaína. Yo las ingerí durante 10 años, hasta tuve alucinaciones y cosas así raras. Fue muy complicado, me despertaba y gritaba y mi mamá me tenía que abrazar. Un 16 de noviembre, lo recuerdo bien, me desperté y sentía que me moría. Me sentía una basura y estaba convencida que me iba a morir. Me dormí con esa sensación y con alucinaciones, porque me había tomado como 5 pastillas, una estupidez. Al descubrir que estaba viva cuando me desperté, llamé a mi mamá y le dije 'mamá, me estoy muriendo, vení a ayudarme'. Se tomó un avión y automáticamente se vino con mi papá".
Nazarena también rememoró: "Era como una nena, había retrocedido. Tenía miedo de meter la pata y el psiquiatra que me atendía en Córdoba me había dicho que yo había tenido un sincericidio y que era peligroso porque todos iban a estar pendientes de que recaiga. Estuve varias veces por recaer. Viendo ayer lo de Eugenia sentí que estaba pidiendo ayuda. Es como decir 'acá estoy yo, con todas mis miserias'".
"En esa época me cargaban porque estaba hecha un chancho y sí, estaba hecha un chancho. Pesaba 57 kilos con las anfetaminas y cuando las dejé tuve un rebote y pesaba más de 70 y no me entraba la ropa. Lo primero que quería era tomar las anfetaminas. Son muy complicados esos meses. Yo debería haber estado internada".
Respecto a la polémica temporada 2010 en Villa Carlos Paz, la actriz detalló: "En esa época me cargaban porque estaba hecha un chancho y sí, estaba hecha un chancho. Pesaba 57 kilos con las anfetaminas y cuando las dejé tuve un rebote y pesaba más de 70 y no me entraba la ropa. Lo primero que quería era tomar las anfetaminas. Son muy complicados esos meses. Yo debería haber estado internada. A mí me hicieron una internación ambulatoria, estando en Córdoba. Mis viejos se hicieron cargo de mí, aunque no era lo recomendado por los médicos. Esos primeros días tenés todo tipo de reacciones, por eso es muy importante estar contenido. Tantos años de anfetaminas son muy similares a la adicción a la cocaína".
Cuando le mostraron unas imágenes de 2009 en la que se la veía junto a Moria Casán en un ensayo de la obra que iban a hacer en la temporada, Nazarena se puso a llorar y reconoció: "Me da mucha vergüenza, no sé cómo pude hacerle eso a mis hijos. Viendo eso te das cuenta que estaba enferma, desencajada. Hice sufrir a mucha gente. Verlo en este momento es tremendo. Pobrecita Barbie, la vergüenza en el colegio... Nunca había visto ese móvil y ahora me doy cuenta lo desencajada que estaba".
Sobre su dura experiencia personal, Nazarena concluyó: "Me sentí una mierda de ser humano por haberle hecho eso a mis hijos. Veía a mis papás llorando en el living, como si fueran enfermeros de turno. Mi único efecto era que yo me veía delgada y no tenía hambre, no sentía placer al tomarlas como con otras drogas. Es una sustancia que te lleva a la muerte. Me afectó la cabeza, me trajo un soplo en el corazón... Ni quiero pensar en lo que te provoca la cocaína".
Mirá un fragmento de las impactantes confesiones de Nazarena Vélez.