Zulema: "Siempre me dice que no vea los programas de chimentos, pero yo no le hago caso. Me hacen mal, porque dicen muchas cosas que no son. Se nota que no lo conocen".
Ella sufre con cada chimento sobre él, cada pelea en TV y, sobre todo, con cada desilusión romántica que sufre su hijo, el talentoso -y mediático- Flavio Mendoza (39). Por eso, el creador de Stravaganza decidió que Zulema (70) se instale en las sierras cordobesas, cerca de él, lo que dure la temporada de verano en Villa Carlos Paz. Especialmente, después de la tristeza que le generó la tan comentada ruptura del bailarín con Marcio Ignacio.
Desde el centro de recuperación Diquecito, donde Zulma (como le dicen sus seres queridos) vive su descanso veraniego, madre e hijo posaron juntos por primera vez para revista en una producción súper tierna.
“Estoy mucho mejor. Mucho mejor. Acá me han ayudado muchísimo. Estoy hace dos semanas y ya me hicieron adelgazar como cinco kilos. Además, estoy cerca suyo y lo veo bien. El siempre me dice que no vea los programas de chimentos, pero yo no le hago caso. Me hacen mal, porque dicen muchas cosas que no son. Se nota que no lo conocen…”, dice Zulema a la publicación.
Flavio lucha para que su mamá no sufra por los juegos mediáticos que él tanto conoce: “Es que es parte del juego y yo se lo explico, pero ella no me hace caso y se angustia. Ahora que me va bien, ya se puede relajar”, reflexiona Mendoza ante la tierna mirada de su mamá.
A la hora de describir a Flavio como hijo, ella no ahorra elogios: “Uff… Espectacular. Siempre está pensando en los otros antes que en él. Viendo que sus hermanas no necesiten nada, que su abuela esté bien, que yo esté bien. Es más, abusa, porque nunca se acuerda de ocuparse de él. Siempre están antes los demás”.
Flavio: "Si los que me rodean están bien, yo estoy bien; es así. No es de hacerme el caritativo, sino que me hace bien ver bien a la gente que quiero".
“Es que si los que me rodean están bien, yo estoy bien; es así. No es de hacerme el caritativo, sino que me hace bien ver bien a la gente que quiero”, es la respuesta natural de Mendoza, un agradecido al amor incondicional de su familia.
Pero Zulema sorprende al opinar sobre si el bailarín es feliz: “Y… la verdad que no. Me parece que está siempre inventándose algo nuevo para preocuparse y no se ocupa de él. Creo, sí, que está satisfecho con lo que hace, con cómo le van las cosas, pero feliz, feliz, como querría una madre que sea… no sé”. Sin embargo, Flavio tiene una mirada mucho más optimista: “Yo soy muy feliz. Es cierto que siempre estoy con cosas que hacer o perfeccionando detalles, pero eso es parte de lo que me gusta”.
Y entre las cosas que más le gustan, compartir tiempo con su mamá ocupa un lugar primordial: “Es buenísima. La amo. Somos muy unidos. Es muy sensible. Se pone mal por todo lo que les pasa a sus hijos… Necesita estar más tranquila. Por suerte acá en Diquecito la tengo para mimarla un poco”. La postal más tierna del hombre éxito de Villa Carlos Paz…