"Las aguas de Farsantes fueron agitadas. A mí madie me encaró, después me enteré que, obviamente, no se me quería".
La feroz interna en Farsantes se convirtió en un comentario obligado para los espectadores de la tira de El Trece. Las tensas relaciones entre los actores ganaron tanto protagonismo como la trama de la ficción escrita por Carolina Aguirre. Finalmente y luego de infinidad de rumores, el escándalo explotó.
"No somos todos mejores amigos”, fue el primero en reconocer Benjamín Vicuña. “Las relaciones crispadas de él las disfruta él, pero después bancate generar fricción”, disparó, más tarde, Alfredo Casero sobre Julio Chávez. Pero la mayor sorpresa fue la inesperada salida de Facundo Arana. “No la pasé bien ahí. Con mis veintipico de años de carrera, todo el mundo sabe quién soy y puedo mirar a todos a los ojos”, dijo el también músico.
"El día que se fue Facundo, se me acercó y me dijo: ‘¿A vos te queda claro que yo me voy porque no me gusta trabajar con vos, no?’. Me quedé duro y pensé: ‘Pobrecito, tantos meses trabajando tan incómodo, debe haber sido muy difícil’".
Sólo faltaba la voz de Chávez, señalado como el responsable del malestar interno. En una intensa entrevista con el diario Clarín para promocionar el estreno de Red, su nueva obra, en el Paseo La Plaza, el actor no se guardó nada y hasta reveló el picante cruce con Arana cuando abandonó la tira.
Los pasajes más destacados fueron:
- “Las aguas de Farsantes fueron agitadas, sí. A ver, concretamente, a principio del programa yo escuché que había comentarios de dificultades y no entendía a qué se referían. Me preguntaban y yo no sabía de qué me hablaban. ’No sé, será un conveniencia mediática, no sé qué decirte’, contestaba al principio cuando me preguntaban. Lo cierto es que lo que se decía no era lo que yo estaba experimentando. Decidí seguir de largo y dije ‘Esto va a bajar’. Pero casi a fin de año volvieron las mareas fuertes y advertí que era verdad, que algo estaba pasando. El tema es que es que yo no viví conflictos. Parece ser que los hubo, pero no los viví”.
- “Nadie me encaró. Nunca nadie me vino a hablar de eso. Después me enteré que, obviamente, no se me quería. Lo que pasa es que yo trabajo mucho y entiendo que el espacio de trabajo de por sí es un ámbito con posibles tensiones, en el que cada uno intenta articular los puntos de vista y eso no siempre se logra amigablemente o con una sonrisa. A veces eso produce nervio, rispidez lógica y necesaria. Me gustaría ver a cinco pintores pintando el mismo cuadro”.
"Mi relación con mis compañeros de Farsantes está en las escenas y las escenas salían bien".
- “Yo me enteré de todo esto el día en el que se fue Facundo. Se me acercó y me dijo: ‘¿A vos te queda claro que yo me voy porque no me gusta trabajar con vos, no?’. Yo me quedé duro. Le dije ‘Bueno, sí, parece que sí’. Y pensé: ‘Pobrecito, tantos meses trabajando tan incómodo, debe haber sido muy difícil’. No era lo que a mí me pasaba”.
- “Mi relación con mis compañeros de Farsantes está en las escenas y las escenas salían bien. Escuché que se me acusaba de imponer mi punto de vista. ¿Imponer? No, intento articular... y si no ¿cuál es mi trabajo? Lo único que me pregunto es si esto de hacer público un clima laboral nos hace bien. Creo que es peligroso. Porque nosotros, rápidamente, armamos imaginario en el espectador. Y eso que se dijo de vos forma parte de lo que el espectador va a ver cuando mire lo que hacés. Me parece que entre nosotros mismos deberíamos respetar el espacio de lo público en relación a las opiniones, porque a veces dinamitamos el vínculo que el espectador tiene con uno”.
"Las crispaciones acerca de la construcción de una ficción son lógicas. Yo siempre vivo ese tipo de tormentas en el trabajo".
- “No me preocupa lo que son las crispaciones acerca de la construcción de una ficción. Son lógicas. Y si hay temperamentos, más lógicas. Me parece que es un campo de batalla muy posible para que haya diferentes puntos de vista. Y eso es muy rico. Yo siempre vivo ese tipo de tormentas en el trabajo. Lo que pasa es que tengo un oficio y parte de ese oficio es cuidarlo”.
Las aguas de Farsantes, más agitadas que nunca.