"Me hice los tatuajes (siete) cuando me empecé a mandar todas las cagadas, pero me arrepiento porque me da medio groncho".
El vértigo amenazaba con envolver a Annalisa Santi, (22) pero superó el mal momento que tuvo después de saltar a la fama por el video viral en el que mostraba su abultado escote en un aula de la UCA. De regreso a los medios, esta vez como participante de Viviendo con las Estrellas, la morocha aseguró: "Ahora estoy más centrada".
Además de concursar en el reality de Marcelo Polino como la cronista (rebelde) de Vicky Xipolitakis, la producción de fotos forma parte de uno de sus objetivos de vida: "Quiero lograr algo sincero con el alma, a mí no me gusta el puterío. Pero necesito exposición. Disfruto la cámara. Hago fotos y me siento viva, vuelvo a nacer. Y si después se da la actuación, sería genial", afirma en una entrevista con la revista Paparazzi.
"Ojalá tuviera una vida sexual como la gente se imagina que tengo. Pasó tanto desde la última vez, que siento como que volví a ser virgen".
Como no podía ser de otra manera, la sensualidad de su silueta estuvo acompañada por picantes declaraciones: "Con Vicky fue todo un juego. Pero si ella fuera una mina más abierta, quizá pasaría algo, porque me parece atractiva… Quizá haría un trío, pero con mi pareja y una mujer", lanzó sin vueltas. Aunque de inmediato derribó su dama de femme fatal y se lamentó por su soledad: "Sigo enganchada con un pibe que está de novio… Ojalá tuviera una vida sexual como la gente se imagina que tengo. Lo lindo es que pasó tanto desde la última vez, que siento como que volví a ser virgen".
Annalisa Santi incluso se permitió la autocrítica: "Cuando llegué a Argentina desde Italia, hace 5 años, empecé con problemas alimentarios. Anorexia y bulimia. Me la pasaba con el centímetro y las cremas, el espejo era mi enemigo. Me hice los tatuajes (tiene siete) cuando me empecé a mandar todas las cagadas, pero me arrepiento porque me da medio groncho. Ahora yo estoy más centrada".