Los genes no mienten. Barbie Vélez deslumbra en una producción como nunca antes para la revista Caras y, se ha dicho, tiene con qué.
"No me considero una femme fatal, no está en mi esencia. Pero puedo jugar a ser sexy", confiesa.
Desde el verano pasado, con apenas 18 años, las miradas se posaron en ella y en un enorme futuro como modelo. Por caso, Barbie estaba dando sus primeros pasos en la actuación de la mano de su famosa mamá, Nazarena, en Los Grimaldi, al tiempo que protagonizaba sus primeras páginas en las noticias del corazón por un romance de verano con Gastón Soffritti.
Allí, con su belleza manifiesta, aún se mostraba tímida a la hora de posar. Pero aquél tiempo de bajísimo perfil ante los flashes quedó atrás. Esta vez, la hija mayor de Naza se atrevió -con sus 19 años- a un verdadero destape sexy. Sin embargo, se ataja: "No me considero una femme fatal, no está en mi esencia. Pero puedo jugar a ser sexy. De todos modos, no busco seducir todo el tiempo, ni me visto de manera provocativa, soy más bien bastante aniñada. No me desnudaría para una revista de hombres porque no es mi manera de ser", confió al semanario, mientras disfruta de su juvenil soltería y hace su segunda temporada teatral en Carlos Paz con Familia de mujeres, bajo las órdenes de José María Muscari.
Una verdadera diosa teen con mucha personalidad.