La magia del teatro no sólo tiene que ver con lo que sucede sobre el escenario: la mística de lo que pasa tras bambalinas también amerita un párrafo aparte. Por eso, Silvina Escudero decidió mostrar todo lo que sucede en el back de la comedia Los Grimaldi en su programa Crónicas de Silvina, que se emite por Crónica.
Un dato que llamó la atención del programa fue la buena onda que se podía apreciar entre Silvina y dos de sus compañeras, con las que se rumorea que habría “chispazos”:Magui Bravi y Laura Fidalgo.
Escudero recorrió cada rincón del Teatro Roxy de Mar del Plata, donde se presenta la obra, junto a una cámara y le mostró al público los objetos de valor sentimental que tiene en su camarín. Entre ellos, un gran ramo de flores de su novio, Martín Amestoy, junto a una tarjeta súper romántica. De repente, apareció el productor en cámara y besó tiernamente a la bailarina.
Un dato que llamó la atención del programa fue la buena onda que se podía apreciar entre Silvina y dos de sus compañeras, con las que se rumorea que habría “chispazos”: Magui Bravi y Laura Fidalgo.
Lejos de las versiones, la flamante conductora compartió una charla de chicas con Magui y Julieta Bal, en la que hablaron de maquillajes, hombres y ¡Justin Bieber! Al parecer, Bravi es fan del canadiense y el ídolo teen también fue tema de conversación. Con menos complicidad, Escudero también se acercó al camarín de Fidalgo, a quien elogió por estar siempre diosa en el detrás de escena.
Los blancos de las bromas más fuertes fueron Thiago Batistuta y Lucas Velasco, los actores teen de la obra.
Los blancos de las bromas más fuertes fueron Thiago Batistuta y Lucas Velasco, los actores teen de la obra, quienes se tomaron con humor que su compañeras los definieran como “dos niños”. Más allá de los rumores de pelea y las bromas, Escudero pidió reunir a todo el elenco al grito de: “Chicos, ¡vamos a rezar!”, y los actores se reunieron para orar un Padre Nuestro. En ese momento también hubo tiempo para un chiste: “¡No sabe el Padre Nuestro completo!”, gritó Marcelo De Bellis a uno de sus compañeros.
Luego, llegó la hora de la adrenalina de la función y las risas del público. ¡Good show!