Como si la orilla del mar de Punta del Este fuera una pasarela, Dolores Trull (37) camina -con esas piernas infinitas que le dio la naturaleza- y las miradas del resto de los turistas se centran en ella.
Pero, en esta oportunidad, no luce los diseños de Chanel o Versace, que tan bien le quedaban mientras trabajaba en Nueva York y Europa, sino una diminuta bikini. Tampoco está sola, como suele ocurrir en las frías pasarelas del mundo de la moda. Más bien ocurre todo lo contrario, ya que la modelo se encuentra disfrutando de sus vacaciones junto a familia y amigos.
Ciudad.com encontró a Dolores mientras paseaba por la playa con su marido, Alejandro Pueyrredón, y los dos hijos de la pareja: la simpática Cala y el pequeño Félix. En medio de la caminata, la familia a pleno se animó al clásico chapuzón en el mar para paliar el calor charrúa y seguir con el paseo hasta llegar a donde los esperaban sus amigos.
Entre las amistades de la pareja, se encontraba Andrea Bursten, íntima de Trull, junto a sus hijos Francesca y Stefano. Unas vacaciones con todos los condimentos para que sean inolvidables: familia, amor, amigos y el mar esteño de fondo…